09 julio 2020

La felicidad de los pequeños momentos



El amor le llegó de forma inesperada, cuando solo esperaba pasar sus días con su perra Molly y vivir con los retazos de felicidad que le entregaba su vida anodina. Sin embargo, la vida le mostró que ahí seguía, cuando se la encontró sentada en un banco del parque leyendo. El corazón le palpitó y sintió un escalofrío al sentarse junto a ella. Él no le dijo nada. A la mañana siguiente volvió y se sentó a su lado sin decir nada. Así pasaron muchos años, en silencio, porque, a veces, la felicidad está en los pequeños momentos.

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