14 junio 2019

El 11M y los miserables


Fuente
El 11 de marzo de 2004 fue un día triste para todos los españoles, un día que se grabó con bombas, sangre y muertos en la mente y los corazones de todos los que vivimos en este país.
Todavía recuerdo los primeros instantes de atentando, en los nadie sabía quién había puesto las bombas y por qué. Todos estábamos con el oído puesto en la radio, esperando que el número de víctimas mortales se detuviera, pero no se detuvo, y la cifra siguió subiendo hasta alcanzar la terrorífica cifra de 193 personas y casi dos mil personas sufrieron heridas de diversa consideración.
Todos dirigimos la mirada hacia ETA porque tendrás de la banda terrorista había atentados muy sangrientos y deleznables, como el de Hipercor, pero cuando Arnaldo Otegi manifestó que ETA no había sido, nos preguntamos quién estaba detrás de los atentados.
El gobierno, encabezado por el Ministro de Interior Ángel Acebes , insistía en que la autora de los atentados había sido ETA, cuando los medios de comunicación, encabezados por la cadena SER, afirmaban que los responsables podrían ser yihadistas. Y así se confirmó.
El gobierno mantuvo su postura de que los responsables había que buscarlos en la banda terrorista ETA, porque las elecciones estaban a tiro de piedra. El 14 de marzo había elecciones y el gobierno no quería, ni por asomo, que los atentados se relacionaran con la intervención de España en la guerra de Irak, pero no cabe duda que esa fue la razón.
Sin embargo, la mentira les costó muy caro. El Partido Popular perdió las elecciones del 14 de marzo de 2004, por intentar manipular el atentado más sangriento que ha ocurrido en España para ganar unas elecciones.
Quince años después, con una investigación policial de las más arduas, con un juicio con miles de folios y con dos sentencias, una de la Audiencia Nacional y otra del Tribunal Supremo, algunos siguen manteniendo que todavía no está todo aclarado en relación con los atentados del 11M, que todavía quedan cabos sueltos. Estos planteamientos son miserables y son un insulto primero a la justicia y después a todas y cada una de las víctimas de ese terrible atentado.
Sí, los que todavía ponen en duda la autoría de los atentados del 11M son unos miserables, porque solo buscan el rédito electoral, sin pensar en el dolor que causan a las víctimas y el daño que causan al prestigio de la justicia española. Parece, como entonces, que solo les interesa ganar unas elecciones, importándoles bien poco la verdad de lo ocurrido en 11 de marzo de 2004.