30 marzo 2018

Improvisación narrativa. El mantra de Steemit: te sigo y me sigues

Buen post. Te sigo y me sigues. 
Me dijo en un solitario comentario y pensé que si había tenido el gusto de leer mi post, aunque deduje que no, que solo había entrado a ver si conseguía un seguidor más que tener en su cuenta. Un lance pesquero en toda regla, para ver si picaba en la carnada que había lanzado. 
Sin embargo sentí curiosidad y entré en su cuenta, @acero316, y comprobé que, como yo pensaba su estrategia no le estaba dando mucho resultado, porque no tenía muchos seguidores, solo 23 para ser exactos y con esa cantidad de seguidores no podía llegar muy lejos. 
Seguí con mi breve investigación e inspeccioné su monedero y tampoco era para tirar cohetes y de ahí el resultado de su reputación que estaba raspando el 28. Por último visite su sección de comentarios y estaba repleto de: 
Te sigo y me sigues
Parecía que este amigo no daba más leche. Después de comprobar estos datos, fuí directo a su blog y leí una de sus entradas:
La aventura de un escarabajo pelotero en retirada.
Tengo que decir que el título no me gustó, parecía sacado de un documental de la televisión nacional, aunque cuando empecé a leerlo me quedé impresionado; era un magnífico relato. Pensé, a las primeras de cambio, que se podría tratar de un plagio, porque un tipo que escribía tan bien, no podía estar mendigando seguidores ni votos en Steemit, así que copié el texto y lo busqué en lo busqué en San Google, y el santo padre de las búsquedas no me ofreció ningún resultado. 
No era un plagio
No lo pensé ni un momento, vote su post, lo compartí y le dejé el siguiente comentario:
Buen relato amigo. Me gusta mucho como escribes, original y con una narrativa sencilla y atrayente. Solo un consejo: cuando comentes un post, habla de ese post y dale tu impresión al que lo ha escrito y nunca utilices ese mantra tan manido: te sigo y me sigues, porque los que tengan dos dedos de frente no lo harán. 
Después de algunos meses volví a recibir un comentario de @acero316 en uno de mis relatos, y parecía que había aprendido la lección y me hizo un comentario muy acertado y completo. 
Por curiosidad volví a visitar su perfil y, tengo que decirlo, había cambiado mucho. Su reputación estaba en 65 y su monedero podría ser la envidia de cualquiera, incluso de la mía. Entré su sección de comentarios y ahora si era verdad que se los trabaja a conciencia y parecía que había encontrado un nicho de recibir votos porque la mayor parte de sus comentarios eran muy bien valorados.
Antes de abandonar su perfil me llamó la atención el lema de su perfil:
Una buena crítica te puede cambiar la vida. Gracias, amigo desconocido.
No sé si esa frase se refería a mí, aunque mi ego me decía, que digo decía, me gritaba que sí, pero lo único cierto es que el amigo, @acero316, había cambiado de estrategia, eliminando de sus comentarios el mantra: te sigo y me sigues, cambiándolo por comentarios llenos de sentido común.

Fuente de la imagen: Pixabay