13 diciembre 2017

El chocolate de Selena

A ella le gustaba su chocolate y perdía la cabeza por él. Su aroma salía por su ventana, a eso de las cinco, los martes y los jueves, mientras duraba el frío. Ella bajaba, se detenía ante su puerta y olía el cacao, entonces escuchaba las palabras mágicas de Selena:
—Pasa, Marta María. 
Abría la puerta y, al abrirla, sentía como el aroma del chocolate la invadía por completo, la excitaba y la transformaba. 
Se sentaba y, antes de saborear el chocolate, soñaba con sus caricias y sus besos, con ese amor imposible que nació con el primer sorbo del chocolate de Selena.

 Fuente de la foto: Pixabay