A tientas, con el corazón en ambas manos,
tropezando con los bancos y las sillas,
cayéndome en las zanjas del pasado,
intento encontrar el resquicio,
el halo de luz que me guíe hasta tu sonrisa.
tropezando con los bancos y las sillas,
cayéndome en las zanjas del pasado,
intento encontrar el resquicio,
el halo de luz que me guíe hasta tu sonrisa.
Espero, solo espero, a que la oscuridad se ilumine,
con esa luz del fondo, la única luz,
seguirla hasta encontrarte,
detenerme ante ti y esperar la palabra,
la sonrisa, el deseo, el beso y la caricia.
con esa luz del fondo, la única luz,
seguirla hasta encontrarte,
detenerme ante ti y esperar la palabra,
la sonrisa, el deseo, el beso y la caricia.
Después te dejaré el corazón en la marca,
ahí donde las grietas del olvido se juntan,
donde los recuerdos quieren salir y salen
son devorados por la luz del sol,
donde las culpas se esconden tras las rocas
buscado el perdón,
donde las mentiras están enterradas
bajo siete metros de disculpas,
ahí te dejaré mi corazón,
a la espera del abrazo que abra las puertas verdes
y soñar por estar y por ser.
ahí donde las grietas del olvido se juntan,
donde los recuerdos quieren salir y salen
son devorados por la luz del sol,
donde las culpas se esconden tras las rocas
buscado el perdón,
donde las mentiras están enterradas
bajo siete metros de disculpas,
ahí te dejaré mi corazón,
a la espera del abrazo que abra las puertas verdes
y soñar por estar y por ser.
A tientas, un paso y luego otro,
consciente de sabor áspero del pasado,
de la locura que salió en estampida
por los callejones del desencuentro,
a tientas, te busco y no sé si te encuentro.
consciente de sabor áspero del pasado,
de la locura que salió en estampida
por los callejones del desencuentro,
a tientas, te busco y no sé si te encuentro.