28 enero 2007

Ser de izquierdas

Como tantas cosas que me han pasado en mi vida, no tengo conciencia del momento en que empecé a ser de izquierdas, quizas desde que tengo conciencia, pero tampoco recuerdo ese momento, quizas porque no tuve un papel y un lápiz para apuntarlo, es que tengo una memoria muy gansa. Sentada esta base histórica, por decir algo, alguna vez me he preguntado por qué soy de izquierdas. Yo lo achaco a que vine al mundo en una familia humilde, y que no tuve otro remedio que ser de izquierdas, porque como dijo un filósofo, que no recuerdo su nombre, no piensa igual un príncipe que un mendigo, y claro, yo me pregunto, qué hubiera pasado si yo hubiese nacido en una familia rica o como se dice ahora, acomodada. Pero claro, eso no podré saberlo jamás de los jamases.
Yo me siento bien siendo de izquierdas, porque considero que en este mundo hace falta mucha gente de izquierdas, gente que defienda sobre todo, la solidaridad, la justicia, la libertad y la equidad. En este mundo en que nos ha tocado vivir, cada minuto que pasa, se convierte en mas insolidario y mas injusto. Por momentos, los pobres, son más pobres, y los ricos, más ricos, y esa fractura social, es cada vez mas grande y si no ponemos remedio, algún día nos pasarán factura.
Pero ser de izquierdas, también es jodido, porque siempre vamos contra corriente, contra un mundo globalizado, que solo piensa en defender los intereses de unos pocos que además tienen mucho poder, y lo utilizan siempre que se ven amenazados, usando, siempre lo hacen, la violencia.
¿Cuánta gente de izquierda a muerto defendiendo la solidaridad, la igualdad, la justicia, y la libertad? Mucha gente, demasiada.
Ha habido momentos en que ser de izquierdas era muy duro, porque simplemente te metían un tiro en la nuca y te tiraban por una sima para que te comieran los bichos del olvido.
Yo seguiré siendo de izquierdas, poniendo mi granito de arena para que este mundo sea un mundo mas solidario y justo.