11 abril 2016

¡Conseguido!


Lo primero que quiero gritar, sí, gritar, es: ¡GRACIAS! a todos los que han puesto su granito de arena para que el proyecto de publicar mi novela Medio minuto para morir, saliera adelante. Sin los mecenas, jamás lo hubiera conseguido.
Cuando empecé con este proyecto no pensé que me iba a dejar muchas energías por el camino, porque montar un campaña de crowdfunding tú solo es muy complicado, pero el esfuerzo ha valido la pena porque veré una de mis mejores novelas en papel y eso siempre me hace mucha ilusión, aunque yo sea un defensor de lo digital.
No creo que vuelva a montar una campaña de este tipo, aunque como dijo, Sean Connery: nunca digas, nunca jamás.
No, porque te das cuenta de la cruda realidad y es muy jodido comprobar que personas que podían haber echado una mano, pues no lo hicieron y se quedaron al margen sin ni siquiera manifestar el apoyo, aunque fuese verbal y eso me ha jodido mucho. Estas cosas pasan, pero me jode que pasen. 
Lo bueno de esto es que sabes un poquito más que ayer y eso es muy importante.

En cambio muchos de ustedes, que ni siquiera conozco, dieron un paso adelante, apoyaron el proyecto sin pensarlo y solo por eso les estoy agradecido. Lo repito, sin ustedes, esto no hubiera sido posible.
No quiero terminar sin agradecer a mi mujer Irmina (El Zurrón de los Postres) y a mi querida amiga Natalia Medina por su apoyo incondicional y por su aliento cuando quise tirar la toalla y me animaron a llegar hasta el final.
Gracias, mil gracias por hacer un poquito más feliz.
Ahora toca..., seguir escribiendo, no me queda otra.