10 febrero 2008

Microrelato. Título. Chat

El sabía que tenía que volver a matar. Se duchó, se afeitó, se peinó y se puso gomina. Después se sentó delante de su ordenador, lo encendió y como siempre entró en sus chats preferidos buscando el rastro de una presa fácil a la que cazar. Esa noche la suerte no le acompañaba, así que decidió levantarse para ir comprar algo al 24 horas de la esquina. Al salir a la calle y dar algunos pasos, una afilada hoja le rompió el corazón en dos, al tiempo que oía «ya no volverás a matar mas, hijoputa».