31 agosto 2017

Ajuste de cuentas

Me imagino, Don Benito, que en su época también había ajustes de cuentas, pero que serían más románticos y quizás menos violentos, unos ajustes de cuentas que siempre restan y que nunca suman. Un tiro a la cabeza o al corazón y la cuenta se tiene por saldada.
El ser humano pierde toda su condición de serlo, cuando ejerce la violencia, Don Benito, la violencia con el único fin de exterminar al semejante, sin darle la posibilidad de seguir viviendo en el mundo que conocemos. Simplemente lo aniquilamos. Como le digo, una simple resta.
Me pregunto qué pasará por la cabeza de los que empuñan un arma para matar a un semejante. No lo sé. Lo cierto es que las muertes violentas siguen llenando las calles de nuestro planeta y parece que no podemos hacer nada, solo ser tristes observadores y esperar que no nos llegue la bala perdida.