08 marzo 2023

La velocidad de los patinetes: peligro inminente

RTVE

Como usuario habitual de la bicicleta en la ciudad, he notado que la velocidad de los patinetes es uno de los temas más candentes en torno a su uso. Muchos usuarios modifican los motores eléctricos de sus patinetes para aumentar su velocidad, lo que puede generar una serie de problemas de seguridad y regulación que no pueden ser ignorados.

En primer lugar, es importante señalar que la velocidad es un factor determinante en la seguridad de los usuarios y de los peatones. Cuando los patinetes circulan a velocidades elevadas, se aumenta el riesgo de accidentes, especialmente en zonas concurridas y con una alta densidad de tráfico. Además, el uso de patinetes modificados puede hacer que los usuarios pierdan el control del vehículo y se produzcan situaciones peligrosas para ellos mismos y para los demás.

Por otro lado, la modificación de los motores eléctricos de los patinetes puede generar problemas de regulación. En muchos casos, estos vehículos se encuentran en una zona gris en cuanto a la normativa de tráfico, lo que hace que su uso no esté debidamente regulado. Además, la modificación de los motores puede hacer que los patinetes superen los límites legales de velocidad, lo que aumenta el riesgo de accidentes y de sanciones por parte de las autoridades.

Es necesario que las autoridades tomen medidas para regular el uso de patinetes eléctricos y garantizar la seguridad de los usuarios y de los peatones. En algunos países, como España, se ha establecido un límite de velocidad de 25 km/h para los patinetes eléctricos, pero es necesario que esta medida se aplique de manera efectiva y que se establezcan sanciones para aquellos usuarios que incumplan las normas.

Ciclistas y usuarios de patinetes compartimos muchas veces los carriles bicis y, en muchas ocasiones, algunos usuarios de patinetes van a más de 25 km/h, lo que pone en serio peligro al resto de usuarios.

Es importante mencionar que la velocidad es directamente proporcional a la potencia del motor eléctrico, por lo que su regulación y control se hace más que necesaria. En muchos países los patinetes eléctricos que tienen motores eléctricos de más de 250W se consideran ciclomotores, lo que implica que se deben cumplir una serie de requisitos y normativas específicas. Estos requisitos incluyen la necesidad de disponer de matrícula, seguro, licencia de conducción y casco obligatorio, entre otras medidas.

La regulación de los motores eléctricos de 250W en adelante es necesaria para garantizar la seguridad de los usuarios y de los peatones. Estos vehículos pueden alcanzar velocidades más elevadas que los patinetes eléctricos con motores de 250W o menos, lo que aumenta el riesgo de accidentes y lesiones. Además, al estar clasificados como ciclomotores, se requieren una serie de medidas de seguridad y protección para el usuario que no están presentes en los patinetes eléctricos convencionales.

Sin embargo, la regulación de los motores eléctricos de 250W en adelante también puede generar una serie de problemas. En algunos casos, puede ser difícil determinar la potencia real del motor de un patinete eléctrico, lo que puede dificultar la aplicación de las normativas correspondientes. Además, muchas veces los usuarios desconocen las normas que se aplican a los patinetes eléctricos con motores de más de 250W, lo que puede llevar a una utilización inadecuada y peligrosa de estos vehículos.

Está claro que los patinetes han venido para quedarse y me alegro por ello, pero la velocidad es un tema clave en torno al uso de patinetes eléctricos en las ciudades. Es necesario que se establezcan medidas de regulación y control para garantizar la seguridad de los usuarios y de los peatones, así como para evitar la modificación de los motores de los patinetes. Los fabricantes de patinetes eléctricos también deben asumir su responsabilidad en cuanto a la calidad y seguridad de sus productos, para garantizar que los usuarios puedan utilizarlos de manera segura y eficiente en la ciudad.