25 junio 2020

Un grado y medio


Ellos sabían la verdad. Las señales estaban por todos lados, en el mar, en los glaciares del Himalaya, en las lluvias torrenciales, en las sequías persistentes, en los desiertos y en los polos. Entregaron los informes pertinentes a los dirigentes políticos e hicieron todo lo posible para salvar lo que quedaba del planeta, pero no les hicieron caso. Ahora, los mandamases están pendientes de la cuenta atrás del transbordador que los llevará a Marte, dejando, para siempre, el planeta que ya no es azul y que convirtieron en gris petróleo.