09 diciembre 2018

Detente


Tendrás tiempo de detenerte,
de observar e intentar lo imposible.
Allí están sus grietas mohosas,
sus maderas carcomidas.
¡Túmbate!
Arrástrate por el suelo,
ahí puedes sentir la humedad
que traspasan sus paredes cicatrizadas,
pero jamás oirás sus voces,
están enterradas en los patios traseros,
en la tierra de cal y pintura,
en los ecos de los gemidos de la entrega,
en los escombros del olvido,
en las tejas viejas de los tejados rojos.
Solo encontrarás su silencio pétreo,
un silencio convertido en olvido,
en ángel que pasó mil veces,
en fantasma que vino a tomar café,
en bucle eterno que entra y sale.
Después podrás irte y recordar lo que fue.
Fuente de las imágenes: Fotografía sacada con un Acer Liquid Z630