16 mayo 2019

El Pino de Pilancones


Fuente: propia
El pasado jueves estuve en la presentación del libro En femenino y en plural de las autoras Alicia Verona, Carmen Mari Santana y Paqui Domínguez. Una vez finalizado el acto, me percaté que había una especie de escultura que parecía una rodaja de un árbol, que debía de ser muy antiguo, porque era bastante grande.
Me levanté, me acerqué y cuál fue mi sorpresa cuando leí en el granito que lo sustentaba, «Pilancones». Entonces lo recordé, aquella rodaja arbórea era del famoso Pino de Pilancones, el pino centenario que según los expertos tenía 550 años y que para rodearlo hacían falta cinco personas.
Entonces rememoré mis días de caminante por las cumbres de Gran Canaria, dos años que no olvidaré y en los que me recorrí, prácticamente, casi toda la isla a pie.
En una de estas rutas que iba desde Las Mesas hasta Maspalomas, pasando por el llamado Camino de Santiago, la ruta pasaba por el Pino de Pilancones y no podías hacer otra cosa que pararte a contemplar su majestuosidad porque era el pino más grande que había en la isla de Gran Canaria.

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Sin embargo, la mano del hombre, el tiempo y los incendios acabaron con su majestuosa vida, quedando solo algunos recuerdos como el que está en el Cabildo de Gran Canaria.

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Me gustó mucho ver parte de su recuerdo ahí, para recordarnos lo inmenso que fue y para no olvidar que esta isla hubo un pino centenario.