22 junio 2020

Salud, tradición, competición y Vela Latina

Fuente: cuadro de Agustín Valido.


El coronavirus nos ha cambiado la vida tal y como la conocemos, de eso no cabe ninguna duda, nos ha hecho cambiar la forma de relacionarnos, ha levantado un muro, casi infranqueable, entre las personas y eso ha modificado muchos aspectos de nuestra vida laboral, cultural, deportiva, social y económica.

Y la Vela Latina también ha sido afectada por el coronavirus, porque nuestro deporte se fundamenta en la relación entre las personas, ya no solo en el ámbito competitivo, sino también en lo social y en lo cultural.

La Vela Latina no puede sobrevivir sin esa relación entre las personas, ya que es su eje fundamental, porque si los botes han llegado hasta aquí, es porque se ha sustentado en una red de interrelaciones personales, familiares, de amistad y de compromiso y este virus ataca a estas interrelaciones porque impide que tengamos ese tipo de acercamiento personal.

La Federación de Vela Latina Canaria de botes ha diseñado un protocolo para poder comenzar la competición el próximo mes de agosto, unas reglas que pretenden preservar la salud de los participantes cuando comience la competición, pero en mi opinión, este protocolo no garantiza, al cien por cien, la salud de los tripulantes y menos cuando haya once o doce tripulantes dentro de un bote, en quince metros cuadrados, hombro con hombro, tocando los mismos cabos, los mismos rejos de pulpo, las mismas superficies, y, menos aún, cuando se realice una virada, en la que el contacto es más estrecho.

Además, este protocolo de seguridad hará que esas relaciones interpersonales sean inexistentes, que vayamos a la base náutica solo a competir y eso, a mi entender, no es Vela Latina, es otra cosa muy distinta porque, como ya dije, la Vela Latina se fundamenta en las relaciones interpersonales.

La federación quiere comenzar la competición sí o sí, sus razones tendrá. Una competición que no la va a conocer ni la madre que la parió, descafeinada, que parece que se ha diseñado, exclusivamente, para cubrir el expediente y poco más.
En mi opinión, la Federación de Vela Latina Canaria de Botes debería de haber suspendido la actual temporada, primero, por cuestiones de salud y segundo, por cuestiones deportivas y culturales.

Proponiendo el inicio de la temporada, con protocolo y calendario de competición incluidos, está obligando a muchos botes a plantearse si competir o no, poniendo sobre la mesa las cuestiones económicas sobre las cuestiones de salud, porque no competir en esta temporada, podría suponer perder el derecho a recibir las correspondientes subvenciones de la temporada que viene, y bien sabe la federación, lo importante que es el apoyo de las instituciones a los botes, porque si un bote decide no competir por razones de fuerza mayor, tampoco lo podría hacer la temporada que viene porque no podrá contar con los apoyos económicos de las instituciones.

El día 16 de julio tienen la palabra los botes, en una asamblea extraordinaria que tendrá lugar ese día, una asamblea que nunca se tenía que haber celebrado y los botes teníamos que estar pensando en cómo recomponernos para la próxima temporada, que pensar en participar en una competición llena de riesgos, de incógnitas y de incertidumbres que no nos hacen ningún favor.

Solo espero que los botes sepan valorar que, por encima de las cuestiones económicas y deportivas, están las cuestiones de salud. Comenzar una temporada tal y como está planteada, no es Vela Latina ni es nada, solo cumplir con el expediente y nuestro deporte no necesita cumplir ningún expediente; llevamos muchísimos años haciéndolo y las instituciones tienen y deben valorar que lo primero es la salud y ese principio está por encima de cualquier otro principio.