18 noviembre 2015

Ya en Amazon: ¿Pepín?, otra obra de #microteatro


Ya está a la venta en Amazon, ¿Pepín? una obra de microteatro que se desarrolla en una cafetería en la que un hombre está tomando un té y leyendo. Una mujer se le acerca y cree que es un antiguo amigo que se llama Pepín, sin embargo, el hombre no sabe ni quién es ese hombre ni quién es la mujer.

FRAGMENTO

(En una cafetería, un hombre de mediana edad está sentado en una mesa. Viste un traje de chaqueta, con corbata y gomina en el pelo. Toma un té con limón, mientras lee un libro. En el suelo junto a él, un maletín. Frente a él, en otra mesa hay una mujer, también de mediana edad, vestida con una falda y una blusa de manga corta, que lo mira insistentemente, mientras toma un refresco y lee el periódico. El hombre se da cuenta que la mujer lo mira. Sus miradas se encuentran. Ella le sonríe. Él desvía la mirada, sigue leyendo y toma un sorbo de té.)
Mujer: (Levanta la cabeza y lo interpela) ¿Pepín? ¿Pepín?
(El hombre sigue enfrascado en la lectura, oyendo a la mujer pronunciando aquel nombre que nunca ha oído y levanta levemente la mirada para observar a la mujer que lo interpela)
Mujer: Chissst, Chissst ¡Pepín!¡Pepín
(El hombre levanta la cabeza, la señora le sonríe y lo saluda con mucho entusiasmo. El hombre toma un nuevo sorbo de su té y sigue leyendo como si ese asunto no fuera con él. La mujer toma un poco de refresco, se levanta, se estira la falda y se dirige hacia donde está el hombre y se sienta delante de él)
Mujer: Pero, Pepín, ¿ya no conoces a nadie?, que salvaje eres. Desde que entré me fijé en ti. No podía creer que fueras tú. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Por lo menos, veinticinco años, porque haciendo un cálculo rápido, siempre fui muy buena con los cálculos mentales (Sonríe). Ahora tengo cuarenta y cinco y cuando nos conocimos teníamos dieciocho años. ¡Qué digo veinticinco! han pasado veintisiete años. ¿No te acuerdas, Pepín?
(El hombre levanta la cabeza despacio y la mira fijamente sin ni siquiera parpadear, sin entender muy bien qué está pasando, porqué aquella mujer lo llama Pepín y se ha sentado en su mesa interrumpiendo su tarde de lectura.)
Hombre: Señora, usted perdone, pero no la conozco de nada y no me llamo Pepín. Me gustaría poder seguir disfrutando de mi té y de mi lectura. ¿No le importa?
Mujer: (Eleva la voz ofendida.) ¡Cómo que no eres Pepín! ¡Qué nos conocemos desde que éramos unos adolescentes! Incluso fuimos medio novietes, ¿es que ya no te acuerdas?
Hombre: (Habla en tono muy calmado y con mucha educación.) Señora, usted disculpe, le aseguro que yo no soy Pepín, por tanto no puedo acordarme de usted, ¿lo comprende? Ahora, por favor, quiero seguir disfrutando de esta tarde maravillosa. [...]