11 junio 2008

LA ANGUSTIA DEL ASTEROIDE. Antonio V. Vega Díaz


Después de orbitar durante miles de millones de años en el cinturón de Kuiper, el asteroide ha despertado de su letargo. Al acercarse a Júpiter en su órbita eterna, una tormenta le ha provocado un desequilibrio gravitacional y la eternidad se ha roto. Acostumbrado a la rutina, está desconcertado y no sabe reaccionar. Sus cadenas astronómicas han caído y él, sin embargo, intenta aferrarse a su espacio conocido. Pero las leyes del universo son iguales para todos y ve pasar a la velocidad de la luz a Neptuno, Urano, Plutón, y se dirige, aterrado, al confín del sistema solar más allá de la delicada Nube de Oort, y todavía más allá, hacia lo desconocido.