01 febrero 2014

Ponte a escribir


Sí, eso es lo primero que tienes que hacer, ponerte a escribir. Sin esa determinación básica no podrás terminar ningún proyecto que te propongas. Si quieres subir a la cima de una montaña, tienes que tomar la decisión de subirla, si no la tomas, jamás la alcanzarás.
Busca tu espacio y tu tiempo. Muchos escritores necesitan un tiempo determinado y un espacio. No es mi caso; yo puedo escribir en el metro de Nueva York o en una cabaña de los Andes y no necesito nada especial, solo un lugar en el que sentarme.
Pero si tú eres de los que necesitan un lugar especial, una música concreta, una hora determinada del día o de la noche o una ropa talismán, pues búscalos, pero que eso no sea excusa para no ponerte a escribir. 
Si tienes una historia que contar, ponte a escribirla. El día tiene veinticuatro horas, pero hay muchas cosas que te roban ese tiempo precioso que lo puedes dedicar a escribir como por ejemplo:

1. Reducir el tiempo que le dedicas a ver la televisión, si es que la ves.
2. Reducir el tiempo que te pasas en las redes sociales. En muchas ocasiones nos pasamos demasiado tiempo navegando en ellas sin llegar a ningún puerto.
3. Reducir el tiempo que te pasas navegando por Internet sin un objetivo concreto.
4. Apagar la conexión Wifi o la de datos de tu teléfono móvil. Este es un roba tiempos de primera categoría. Sí, el Wasaap y todos sus hermanos de leche.
5. Si quieres ser drástico, apaga el router en ese tiempo en el que estás escribiendo. Yo no lo hago; mientras escribo me gusta tener a San Google a mi lado.

Después de haber buscado tu bolsa de tiempo para escribir y ese lugar donde sentarte, márcate un objetivo diario, y no levantes el culo de la silla hasta que lo cumplas. Algunos expertos proponen quinientas palabras al día, otros mil, otros mil quinientas y los más lanzados dos mil quinientas. Sin embargo, esos expertos no tienen ni idea de tus circunstancias, así que pon tú el objetivo, pero eso sí, cúmplelo. Ese objetivo puede ser diario, semanal o mensual. Yo te aconsejo que, si puedes, sea diario, porque escribir todos los días te irá dando las herramientas para conseguirlo y podrás continuar con mucha facilidad la historia que estás escribiendo. 

Ya sabes, ponte a escribir, el único que puede escribir la historia que tienes en la cabeza eres tú.