
Anoche soñé con tus besos, aquellos apasionados, llenos de frenesí y de cristalina lujuria, esos, en los que las lenguas parecen olas embravecidas que rompen en el deseo desenfrenado y donde los labios son jaurías de lobos hambrientos que buscan calmar la sed de la concupiscencia incontenida. Anoche soñé con tus besos, pero no estabas y me consolé con el recuerdo de tu lascivia.
La frase final me dejo la piel de gallina (anticuado suena mi comentario), pero te juro que es verdad.
ResponderEliminarSi hoy llego a soñar con algún beso me desmayo y me vuelvo a desmayar. ja
Saluditos y gracias por pasar por mi blog, te enlazo al mio.