17 febrero 2018

¿Dónde publicar mi libro? En Amazon

Como saben llevo más de 10 años escribiendo y desde el año 2010  vendo la mayor parte de mí creación literaria en los portales  de venta  de libros electrónicos de Internet. 
A nadie se le escapa que  publicar nuestras obras en formato digital es una oportunidad para dar a conocer, al público en general, nuestras creaciones  y de exponerlas de manera universal. El formato digital tiene la importantísima particularidad de que podemos llegar a cualquier rincón del mundo, con una distribución a nivel mundial, donde los lectores tienen nuestros libros al alcance de un click. 
En una anterior entrada Cómo autopublicarse en papel y no morir en el intento, les explique los pasos que hay que seguir para publicar tu libro en formato papel. 
Con esta entrada comienzo la primera de las tres entradas que realizaré sobre dónde publicar tus libros en formato digital. Comenzaré por Amazon, continuaré con Smashwords y finalizaré con Google Play. 
Me he decantado por estos tres portales porque creo que son los más importantes de venta de libros electrónicos, aportando algunos detalles  que he ido aprendiendo con la experiencia.
Antes de entrar en materia, me gustaría insistir en cuatro aspectos que ya los comenté en la anterior entrada,  pero que me gustaría volver a repetir y no es otra cosa que:
La corrección del texto.
Registrar de tu libro.
Una buena portada.
Una buena maquetación.
Esos cuatro elementos son fundamentales para que tu libro tenga una oportunidad de ser comprado por los lectores y al tiempo de tener buenas críticas. Esos elementos,  en muchas ocasiones,  no se tienen en cuenta por las prisas de querer publicar  o no querer  invertir  en una buena corrección, en una buena portada o maquetación.
Dicho esto voy a empezar con el primer portal en el que yo publico mis novelas, mis obras de teatro y relatos.

Publicación en Amazon

No hay duda de que Amazon es el portal de venta de libros electrónicos más conocido porque tiene una infraestructura casi perfecta para la venta de libros electrónicos y si quieres vender tus libros en Internet tienes que estar,  sí o sí,  en Amazon. 
Como es lógico lo primero que tienes que hacer es registrarte en Amazon. Si todavía no te has registrado,  entra en este enlace y te registras.  Una vez abierta la cuenta en Amazon, solo tienes que ingresar en esta página: http://kdp.amazon.com y seguir los pasos que te indican.

Aspectos a destacar

La página para subir los libros en Amazon es muy intuitiva y muy fácil de completar,  y como te dije empieza completar los detalles del libro una vez que tu libro esté completo, sobre todo que esté corregido y que tengas la portada,  aunque Amazon te da la posibilidad de realizar una portada en línea, que para empezar puede estar bien, aunque yo te recomiendo que te esfuerces y aportes una portada atractiva e interesante.

Maquetación

Respecto a la maquetación de tu libro,  que es un aspecto a tener muy en cuenta, Amazon  acepta varios tipos de formatos, que son doc, docx, HTML, MOBI, ePub, RTF, texto plano, PDF y PDF. En este enlace puedes encontrar una explicación de los formatos que admite Amazon y aquí la guía simplificada para Word.
El formato que suelo utilizar casi siempre es el  docx,  porque me permite realizar  la mayor parte de operaciones que tengo que hacer en el texto  y también  me permite realizar el índice de contenido de una manera fácil.  
Las configuraciones que yo utilizo son las siguientes:
1. Tipo de letra: Times New Roman, tamaño 12.
2. Utiliza el guión largo para lo diálogos: —
3. Sangría: 0,5
4. Internileado: 0,15.
5. Titulo y tu nombre: en una misma hoja con tamaño adecuado. Yo resalto el título del libro en negrita y tamaño 20. El nombre normal y a tamaño 14 y no te olvides de insertar un salto de página.
6. No utilices ni encabezados, ni pies ni numeración de páginas. Suprímelos. No son necesarios.
7. Saltos de páginas: muy importantes y necesarios. Utilízalos para pasar de un capítulo a otro. Comprueba que todos los saltos están en su sitio.
8. Títulos de capítulos: en Times New Roman, en negrita y tamaño 14.
También te puedes atrever a subir tu novela en el formato HTML. Word te permite guardarla como Página Web Filtrada, que te respeta la mayoría de los formatos y el convertidor de Amazon lo trata muy bien y con buenos resultados.
Amazon suele hacer un buen maquetado de las obras cuando se suben en formato docx y siempre tienes la posibilidad de hacer una vista previa de cómo quedaría el libro antes de la venta. Yo no te recomiendo que no lo subas  en formato PDF porque los resultados no son todo lo bueno es que uno desearía.

Inscripción en KDP

Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta al publicar en Amazon es la opción de inscribir tu libro en el KDP select. Esta opción es interesante, si no piensas publicar tu libro en ninguna otra plataforma digital porque tendrás muchas ventajas y tu libro será mucho más visible. Pero ten en cuenta que una vez inscrito en KDP ya no podrás publicarlo  durante 90 días en ninguna plataforma digital.  

Precio

Otros aspectos a destacar es la elección del precio. En Amazon puedes elegir entre dos tipos de royalties, ganar el 35% del precio del libro o ganar el 70%.
En la opción del 35% podrás elegir entre 0,99$ y 200$, pero ten en cuenta que el precio que estipules es sin impuestos, por lo que el precio será un poco más caro cuando lo veas publicado en la web de Amazon y en la del 70% el costo oscilará entre 2,99$ y 9,99$, no podrás ponerlo a un precio inferior de 2,99$.   
Si tienes dudas en Internet hay muchos manuales de cómo subir tu libro a Amazon, pero si quieres ir al grano, yo tengo una manual a la venta en Amazon Cómo subir tu novela a Amazon: Consejos útiles para la autogestión de tus novelas.
Espero que esta entrada te anime a subir tu primer libro a Amazon.

 Fuente de la foto: Pixabay-Gerd Altmann
 

El escándalo sexual de Oxfam Intermón en Haití. Transparencia y verdad

Cuando vi la noticia en el telediario nacional no me la podía creer. Tuve que buscarla luego en la red para profundizar y enterarme de qué había ocurrido, porque esta oenegé es una de las que más respeto me inspiraba, incluso llevaba siendo colaborador activo hasta el año 2016 cuando dejé de trabajar.
Lo cierto es que lo que ocurrió en Haití es verdad, que organizaron fiestas con prostitutas durante el año 2011 cargadas al presupuesto de la organización. Esto es imperdonable e inaceptable.
Es verdad porque Oxfam Intermón realizó una investigación interna en el año 2011, se depuraron responsabilidades y se expulsaron a todos los implicados en las bacanales.
Sin embargo, también es cierto que yo era colaborador de Oxfam Intermón en el año 2011 y no tuve conocimiento de estos hechos y, claro está, me hubiera gustado haberlo tenido.
En un comunicado que la organización está enviado a sus colaboradores,
image.png

Oxfam Intermón lamenta lo acontecido, pero lo curioso es que lo hace 6 años después, cuando lo saca a la luz el Times y ya es un escándalo internacional.
En este comunicado de Oxfam Intermón puedes leer una ampliación de esa misiva enviada a sus colaboradores.
A mí, como colaborador durante muchos años con esta oenegé, me hubiera gustado haber recibido esa carta de disculpas en septiembre de 2011 cuando se depuraron responsabilidades, pero no la recibí, porque ellos prefirieron ocultar el escándalo y la posibilidad, muy real, de perder muchos colaboradores, pero sus dirigentes prefirieron llevar, a rajatabla, el dicho de que:

Los trapos sucios se lavan en casa.
Yo soy de los que piensan que la transparencia en todas las organizaciones, políticas y sociales, deben ser uno de sus pilares básicos, porque si falta la transparencia el barco se terminará hundiendo.
Es cierto que se realizó una investigación y también es cierto que se publicó un comunicado de prensa, pero les faltó dar un paso más allá;

haber hecho una rueda de prensa a nivel internacional exponiendo el caso y luego una carta a todos sus colaboradores explicando lo sucedido.
Pero se quedaron en el comunicado de prensa, que no sé a quién se lo enviaron porque un escándalo de tal magnitud no debió pasar desapercibido.
La transparencia total, rueda de prensa a nivel internacional y carta a los colaboradores, hubiera restado algún que otro colaborador, pero hubieran mantenido la bandera de la transparencia en lo más alto de la organización, habrían enviado un mensaje a la sociedad de que en Oxfam Intermón se hacen las cosas como deben de hacerse, que en esa organización no se toleran ni se aceptan este tipo de comportamientos deleznables y que se lavan los trapos sucios en la plaza pública, porque esta organización depende de las aportaciones de miles y miles de colaboradores que nos hemos quedado helados.
Yo tenía pensado volver a colaborar con Oxfam Intermón, pero ahora lo tengo claro. No van a recibir ni un euro de mi cartera porque me ha decepcionado de forma absoluta.
Es triste perder la confianza en este tipo de organizaciones que son, en muchos casos, el único salvavidas en situaciones de emergencia social en países que no tienen otra forma de salir adelante.
Solo espero que este caso sirva de ejemplo a otras organizaciones y sepan actuar a tiempo, no solo internamente, para cubrir el expediente, sino también externamente, en la plaza pública, porque, de alguna u otra manera, también formamos parte de esas organizaciones y necesitamos que nos den las debidas explicaciones, en tiempo y forma.

Fuentes:

Fuente de la imagen: Oxfam Intermón

15 febrero 2018

Amanecer espectacular

Mi hijo también saca buenas fotografías y la naturaleza posa cada día.
My son also takes good pictures and nature poses every day.

14 febrero 2018

El Diario de Marta. 6 de enero 1997. Noche

Inicio del diario. El diario de Marta. 6 de enero de 1997

6 enero 1997. Noche

Hola de nuevo, querido diario. Acabo de venir de casa de Magdalena. La muy puta también tenía un teléfono móvil. Un Motorola de color negro, que ella llamaba de concha.
teléfono
Mucho más pequeño que el mío y, tengo que reconocerlo, más bonito que mi Ericsson, que podía usar como elemento de defensa propia si fuese necesario.
Le pregunté por qué no me dijo nada cuando la llamé. Me dijo que sus padres le guardaron la sorpresa hasta el final y que de la emoción se olvidó llamarme.
¡Y una mierda!
Magdalena siempre ha sido así. Se lo guarda todo. Nunca dice nada. Parece una maldita mosquita muerta, pero cuando menos te lo esperas, se convierte en una peligrosa mantis religiosa, te arranca la cabeza y se la come para el desayuno.
No es la primera vez que me hace una de esas. Ya me lo hizo en los Reyes de 1990. La llamé para decirle que me habían regalado una bicicleta, una Torrot, rosada, sin esa barra incómoda en el centro, con un sillín de los más cómodo y una cesta a juego en el volante y, encima, se podía plegar. ¡Un sueño! Ella ni se inmutó. No dijo nada de nada.
Fui hasta su casa en mi Torrot rosada muy contenta pensando que el mundo era solo mío. La llamé desde el descansillo y cuando la vi bajar con una bicicleta también rosa, el doble de grande que la mía, el triple de hermosa que la mía, con un diseño que nunca había visto y una marca extranjera que no podía pronunciar.
Cuando salimos a dar un paseo por el parque, yo parecía una jaca que iba junto a una pura sangre.
En aquella ocasión también le pregunté por qué no me dijo nada y, como hoy, me contó la misma milonga.
Al mes siguiente unos gitanos nos asaltaron en el parque, pero solo se llevaron su bicicleta. Ella no puso mucha resistencia. A mí me la intentaron robar también, pero me resistí como una jabata, con uñas y dientes, en el sentido literal de la palabra, porque el que quería robármela, se llevó no sé cuántos arañazos y le falta un trozo del lóbulo de la oreja izquierda que escupí en un parterre cercano.
Te confieso, querido diario, que me alegré que le robaran su bicicleta, aunque, al poco, sus putos padres le compraron otra, no tan hermosa como aquella yegua extranjera de hierro cromado, sino una BH dorada que creo que era de segunda mano.
Lo cierto es que esa tarde de Reyes estuvimos jugando con nuestros nuevos juguetes, ella usando mi Ericsson y yo su Motorola de concha, hasta que me cansé de su maldito espíritu de superioridad y volví a casa.
Ya ves diario, al final te vas a convertir en un buen regalo.
Fuente de la imagen: www.webdesignerdepot.com

13 febrero 2018

El amanecer siempre llega

El amanecer siempre llega, despacio, atravesando el horizonte.
The dawn always arrives, slowly, crossing the horizon.

12 febrero 2018

Caín

Estaba sentado frente a la hoguera, observando cómo el fuego crepitaba y consumía los últimos rescoldos, esperando a que llegara la hora. No podía dejar de llorar, recordando lo que había sucedido. Pero tenía que volver al presente y buscó en sus bolsillos el menú de aquel restaurante de mala muerte donde había anotado la clave. El papel estaba teñido con la sangre de su hermano Hans. No pudo evitar la pelea. Su hermano lo agredió acusándole de querer quedarse con todo el dinero de la herencia de sus padres. Él se defendió empujándolo y Hans cayó de bruces partiéndose el cráneo. Huyó hacia el mar sin mirar atrás, sin poder quitarse de la cabeza, la imagen de su hermano muerto. Jamás se perdonaría la comisión de ese crimen. Pero todo había sido un desgraciado accidente. Miró el reloj, a esa hora ya estaría abierto el banco.
El tiempo parecía diluirse en la penumbra de la madrugada, mientras la hoguera emitía sus últimos suspiros. La madera carbonizada se desmoronaba en un leve chisporroteo, un reflejo de su propio estado interior. El peso de la culpa le oprimía el pecho, cada respiración se volvía más pesada, cada recuerdo más nítido.
Hans, con sus ojos llenos de furia, su voz cargada de acusaciones. El forcejeo fue inevitable, una mezcla de desesperación y miedo. Ese empujón, ese único movimiento, cambió todo para siempre. Ahora, en la quietud de la noche, la imagen de su hermano desplomándose, el sonido seco del impacto, lo perseguía con una persistencia cruel.
Las horas se arrastraron hasta que la primera luz del alba comenzó a teñir el cielo. El banco ya habría abierto sus puertas. Se puso en pie con esfuerzo, sintiendo que cada paso le acercaba más a un destino incierto. Sacó el papel del bolsillo y lo miró de nuevo, como si fuera un talismán de su última esperanza. La clave escrita en él, ahora borrosa por las manchas de sangre, era su única vía para intentar remediar el desastre que había provocado.
El trayecto hasta el banco fue una mezcla de temor y determinación. La ciudad comenzaba a despertarse, ajena a su tormento. Entró en la sucursal con el corazón martilleándole en el pecho. La luz artificial del lugar le hizo parpadear. Se acercó al mostrador, entregó el papel y esperó. Cada segundo parecía eterno, la ansiedad crecía.
Finalmente, el cajero le indicó que todo estaba en orden. La suma de dinero, fruto de la herencia que tanto había dividido a su familia, se encontraba disponible. Pero la paz que esperaba encontrar en ese momento no llegó. Miró el dinero, consciente de que ningún valor material podría borrar el recuerdo de lo sucedido, ni devolverle a su hermano.
Salió del banco con las manos temblorosas, el peso del dinero no aligeraba el de su conciencia. Caminó sin rumbo, buscando un sentido en medio del caos de sus pensamientos. Sabía que el perdón nunca llegaría, que la sombra de Hans lo acompañaría siempre en cada uno de sus pensamientos, pero también comprendió que debía enfrentar su destino, encontrar una manera de vivir con la verdad y asumir las consecuencias de sus acciones. Solo así, quizás, algún día podría hallar un atisbo de redención.
 Fuente de la imagen: Pixabay 

11 febrero 2018