29 mayo 2025

La playa de Las Canteras necesita más atención

Atardecer en Las Canteras

Voy casi todos los días a la playa de Las Canteras. Camino, me baño, observo… y cada vez me preocupa más el deterioro progresivo que estoy notando. No es una exageración. Hablo desde el afecto y el compromiso que tengo con este espacio único. Las Canteras no es solo una playa urbana, es el corazón de nuestra ciudad, un pulmón natural y un punto de encuentro para vecinos y visitantes. Y, sinceramente, no se está cuidando como merece.

Antes, todas las mañanas veíamos pasar la máquina con el gran rastrillo, ese tractor que dejaba la arena limpia y aireada, eliminando colillas, plásticos, palillos y otros residuos que mucha gente, por desgracia, sigue dejando. Pero desde hace un tiempo, esa máquina ha desaparecido. Hoy mismo hablé con un operario de limpieza que me confirmó lo que ya intuía: la máquina no pasa todos los días. Depende, me dijo, de la voluntad de la empresa o de la Concejalía de Ciudad de Mar. ¿Cómo puede ser que algo tan básico como la limpieza de la playa no esté garantizado cada día?

Y esto no es lo único preocupante. Las terrazas ocupan cada vez más espacio público. Algunas se han adueñado del paseo de forma descarada. A veces cuesta caminar con tranquilidad, sobre todo si vas con un carrito o necesitas una silla de ruedas. No estoy en contra del comercio ni de la hostelería, pero sí pido equilibrio. Lo público debe seguir siendo público. Además, las servilletas de papel que utilizan muchas de estas terrazas terminan volando hacia la arena con el viento, convirtiéndose en basura que contamina nuestro entorno . Sería beneficioso que se implementaran medidas como la instalación de papeleras en las mesas, tal como se ha propuesto en otras ciudades .

Otro tema que me inquieta es la seguridad. Aunque no he presenciado peleas ni grandes altercados, echo en falta presencia policial. Apenas se ven agentes y, cuando los hay, su presencia es testimonial. Una playa como Las Canteras, que recibe a miles de personas al día, necesita un control mínimo y visible para disuadir conductas incívicas y dar tranquilidad a quienes paseamos o nos bañamos.

Y luego está lo del tabaco. Está prohibido fumar en la playa. Se puso en marcha una campaña seria, con carteles, locuciones por megafonía y mensajes claros. Hoy, ni carteles, ni locuciones, ni control. La gente fuma con total impunidad, tirando la colilla a la arena como si nada. Las colillas no solo afean la playa, también contaminan. Una sola colilla puede llegar a contaminar hasta 500 litros de agua. Además, contienen sustancias tóxicas como arsénico, plomo y nicotina que dañan la fauna marina y el ecosistema costero. ¿De qué sirve tener normas si nadie las recuerda ni las hace cumplir?

Por último, el tema de las algas. Es cierto que son parte del ecosistema marino y no se trata de eliminarlas indiscriminadamente, pero cuando se acumulan durante días sin que se recojan, producen mal olor y dan un aspecto de abandono. No es difícil mantener un equilibrio: respetar el medioambiente y, a la vez, conservar la playa en condiciones óptimas. Recientemente, una marea de sebas ha invadido la playa, afectando especialmente a zonas como Peña La Vieja y La Puntilla . Aunque estas algas cumplen funciones ecológicas importantes, su acumulación excesiva puede producir malos olores y atraer insectos.

Y algo que no se comenta lo suficiente: el fondo marino. Hay zonas, especialmente en la parte de La Puntilla, donde se ha acumulado basura durante años. Hay restos de boyas, rejas, cabos, plásticos y objetos diversos que se ven claramente cuando el agua está clara. En el próximo concurso público de limpieza, se debería incluir la limpieza del fondo marino como parte del servicio. No podemos seguir ignorando esa parte esencial de la playa. De hecho, algunos ciudadanos ya se han organizado para realizar limpiezas periódicas del fondo marino, evidenciando la necesidad de una acción más estructurada y constante .

Yo no escribo esto por quejarme sin más. Lo escribo porque quiero una playa mejor. Porque Las Canteras es de todos y merece que la cuidemos. Al Ayuntamiento le toca actuar. A nosotros, exigirlo.

28 mayo 2025

No quiero mirar hacia otro lado


Estoy harto de mirar hacia otro lado.

Harto de las excusas, del silencio cómplice, de los titulares asépticos que esconden la masacre tras palabras frías.

Hablo de Gaza. Hablo de Palestina. Hablo de un pueblo que está siendo exterminado, masacrado a manos del Estado de Israel con total impunidad. Y mientras tanto, el mundo calla.

Ya van más de 35.000 personas asesinadas desde que comenzó esta ofensiva desmedida. Más de 14.000 eran niños y niñas. Lo escribo y me cuesta creerlo. Catorce mil vidas infantiles, truncadas, aplastadas bajo escombros, quemadas por bombas, desaparecidas sin ni siquiera una tumba. ¿Qué clase de humanidad permite esto?

Lo que está ocurriendo en Palestina tiene un nombre: genocidio.

Y lo más terrible es que no es un error, no es un exceso, es un plan. Un patrón. Me cuesta no recordar lo que hicieron los nazis en Alemania. Lo digo con todo el peso de la historia. La estrategia de exterminio, de segregación, de destrucción sistemática, se está repitiendo. A otra escala, sí. Pero con la misma lógica del odio.

Y en el centro de esta barbarie está Benjamin Netanyahu, acusado formalmente como criminal de guerra por la Corte Penal Internacional. Lo puedes comprobar. Y no es para menos: está empeñado en llevar a cabo una limpieza étnica contra el pueblo palestino. Netanyahu siempre fue un miserable, pero con los años se ha vuelto aún más radical, más cínico, más cruel. Se ha rodeado de los sicarios más monstruosos, ministros y aliados que justifican el odio y la masacre con un lenguaje que hiela la sangre. No buscan seguridad. Buscan tierra vacía de palestinos. Y lo están logrando a base de sangre y fuego.

Cada vez que veo la imagen de un niño palestino cubierto de polvo y sangre, cada vez que oigo los gritos de una madre, cada vez que escucho el silencio de quienes deberían alzar la voz, siento vergüenza.

No puedo, no quiero, mirar hacia otro lado.

Si tienes un mínimo de conciencia, de empatía, de dignidad, no te calles.

Esto no es un conflicto. Esto es una masacre.

Y si no decimos nada, si no hacemos nada, somos parte del problema.

20 abril 2025

Peti la musaraña: un cuento de amistad, valentía y naturaleza

 



¿Buscas un cuento infantil lleno de ternura, aventura y valores?

Te presento mi nuevo libro: Peti la musaraña, una historia para primeros lectores que te llevará al corazón del bosque, donde los más pequeños pueden aprender que la confianza, la empatía y la amistad pueden surgir en los lugares más inesperados.

📖 ¿De qué trata?

Peti es una musaraña diminuta pero valiente que vive en un bosque lleno de vida… y también de peligros. Un día se cruza con Durm, un gato callejero que la acecha, pero con el tiempo se convertirá en un inesperado aliado. También conocerá a Rox, un ratón prudente; a Olaf, un escarabajo que se cree rey; y a Zuuu, una temida serpiente que guarda más de un secreto.

Cada encuentro será una lección sobre la importancia de confiar, ayudar y convivir pese a las diferencias.

🌳 Ideal para…

  • Niños y niñas entre 6 y 10 años

  • Leer en familia o en el aula

  • Actividades escolares sobre valores, convivencia y naturaleza

  • Fomentar el amor por la lectura con personajes entrañables y aventuras suaves

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Incluye un cuadernillo de actividades con propuestas de comprensión lectora, juegos, creación de personajes y más.

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Gracias por acompañarme en esta aventura literaria. 🌿📚

22 septiembre 2024

Trofeo Federación 2024: ¿Una mala aplicación de las normas al dejar fuera la Minerva?

 


El Trofeo Federación se disputará el próximo 26 de septiembre de 2024 a las 17:00 horas, si las condiciones meteorológicas lo permiten. Sin embargo, la Federación de Vela Latina Canaria ha designado los tres botes que participarán, aplicando erróneamente las Instrucciones Especiales del Trofeo.

¿Por qué decimos que se ha aplicado mal la normativa? La Federación considera que el Villa de Agüimes participará como segundo clasificado del Torneo Eliminatorio Fundación La Caja, ya que el Pueblo Guanche ganó tanto el Campeonato Provincial como el Torneo Eliminatorio. Sin embargo, esta interpretación es incorrecta.

Error nº 1: Mala interpretación de las coincidencias

La Federación aplica erróneamente la siguiente norma:

"En caso de coincidencia de un bote como ganador de dos o de las tres competiciones absolutas, las plazas se determinarán según el siguiente orden:

• El ganador del Campeonato Provincial Aguas de Teror.

• El ganador del Torneo Eliminatorio Fundación La Caja. Si este fuese el mismo que el ganador del Campeonato Provincial Aguas de Teror, lo sustituirá el segundo clasificado de este Torneo.

• El ganador de la Copa Gran Canaria..."*

Al aplicar esta norma, la Federación envía al Villa de Agüimes como segundo de la Caja y no como ganador del Copa de Gran Canaria, y por tanto da paso al segundo error:

Error nº 2: El Villa de Agüimes debería participar como campeón de la Copa Gran Canaria

"El ganador de la Copa Gran Canaria. En caso de que este fuese el mismo que los que ya ocupan plaza, el elegido sería el segundo clasificado en esta competición Copa de Gran Canaria. Si continuase tratándose de los mismos que ya disponen de plaza, repescaríamos al tercer clasificado en esta clasificación Copa de Gran Canaria."

Esta norma solo tendría sentido si el Villa de Agüimes hubiera ganado alguna de las otras competiciones (el Campeonato Provincial o la Caja). Pero no es el caso, ya que el Villa de Agüimes participa como campeón de la Copa Gran Canaria en primera opción. Por tanto, no hay necesidad de aplicar esta norma para buscar otro representante de la Copa, porque el Villa de Agüimes ya ocupa esa plaza, ya que esta norma solo es aplicable en el caso de coincidencia de un bote como ganador de dos o de las tres competiciones absolutas.

En este caso, no se da la situación de que un bote haya ganado dos competiciones, por lo que la norma de sustitución de representantes no debería aplicarse. El Villa de Agüimes no ocupa ninguna plaza en otra competición; va como campeón de la Copa Gran Canaria, y no hay ninguna razón para aplicar la norma de repesca en este caso.

Como digo, la participación del Villa de Agüimes en el Trofeo Federación debe ser como campeón de la Copa Gran Canaria. Permitir que participe como segundo clasificado de la Caja no solo contraviene las reglas, sino que también desvaloriza la importancia de la Copa Gran Canaria, que es una de las competiciones fundamentales de la temporada.

Error nº 3: Ausencia de norma para el tercer clasificado

La normativa tampoco prevé qué sucede si no hay un tercer bote de la Caja para cubrir la plaza vacante, lo que deja un vacío normativo. La Federación intenta cubrir esta plaza con el bote Portuarios de la Copa Gran Canaria, lo que no tiene sentido ya que el Villa de Agüimes ya ocupa su plaza como campeón de dicha Copa.

Lo que realmente dice la norma:

El reglamento es claro en cuanto a las opciones iniciales para los botes que deben participar en el Trofeo Federación:

"Como primera opción, los tres botes a participar saldrán de:

• El primer clasificado del Campeonato Provincial Aguas de Teror.

• El campeón del Torneo Eliminatorio Fundación La Caja.

• El campeón de la Copa Gran Canaria."

Es decir, los tres botes que deberían ir al Trofeo Federación son:

Pueblo Guanche, como campeón del Campeonato Provincial Aguas de Teror.

Villa de Agüimes, como campeón de la Copa Gran Canaria.

Minerva, como tercero del Torneo Eliminatorio y representante de esta competición.

Por otra parte, el principio fundamental se contradice:

El primer párrafo de las Instrucciones Especiales del Trofeo Federación dice:

"La exclusiva finalidad de este Trofeo es determinar un ganador de entre los mejores clasificados en tres modelos de competición de la temporada 2024."

Esto significa que el Trofeo debe seleccionar un ganador entre los mejores clasificados de tres competiciones distintas. Al aplicar la normativa de manera incorrecta, la Federación contradice este principio fundamental.

Conclusión:

La Federación debe rectificar y aplicar correctamente el reglamento. Los botes que deberían participar en el Trofeo Federación son: Pueblo Guanche, como campeón del Campeonato Provincial; Villa de Agüimes, como campeón de la Copa Gran Canaria; y Minerva, como tercero del Torneo Eliminatorio y representante de la Caja. Este es el único camino que respeta el espíritu de las normas y asegura una competición justa.

Para más información ver las Instrucciones Especiales del Trofeo Federación

16 abril 2024

El dispositivo de tierra para la Vela Latina Canaria y su supervivencia

 


Hacía muchísimo tiempo que no veía a los botes de Vela Latina Canaria movilizándose como lo están haciendo, todos a una, revindicando el dispositivo de tierra para poder ver las regatas de botes con todas las garantías de seguridad posibles.

La importancia de contar con un dispositivo de tierra para las regatas de Vela Latina Canaria no puede ser subestimada, ya que, sin él, el futuro de este deporte se ve amenazado. Los aficionados son el corazón y el alma de cualquier deporte, y privarlos de la oportunidad de presenciar las regatas en condiciones seguras y óptimas equivaldría a socavar la esencia misma de la competición.

Imagina un estadio de fútbol sin seguidores animando desde las gradas, o un pabellón de baloncesto sin el fervor de la afición. Sería un escenario desolador, privado de la emoción y la pasión que los espectadores aportan al deporte. Del mismo modo, prohibir el acceso a las regatas de Vela Latina Canaria sería un contrasentido absoluto, un golpe devastador para la integridad y la vitalidad de este deporte arraigado en la cultura y la historia de Las Palmas de Gran Canaria.

Los aficionados no solo son testigos entusiastas de las regatas, sino que también forman parte activa de la atmósfera festiva y participativa que rodea a este evento. Su presencia contribuye a crear un sentido de comunidad y pertenencia entre los participantes y la población local, fortaleciendo los lazos sociales y promoviendo el orgullo por las tradiciones canarias.

Por lo tanto, la falta de un dispositivo de tierra adecuado no solo pone en peligro la viabilidad de las regatas, sino que también amenaza con extinguir la llama de la pasión y el entusiasmo que alimenta a la Vela Latina Canaria. Es fundamental que las autoridades reconozcan la importancia de este deporte y tomen medidas concretas para garantizar su supervivencia y crecimiento a largo plazo.

Es evidente para mí, así como para todos los residentes de nuestra ciudad, que la solución a este problema es de naturaleza política. Durante varios años, aunque con algunas dificultades y retrasos, hemos logrado contar con un dispositivo de tierra que ha garantizado la seguridad y el disfrute de las regatas de Vela Latina Canaria. Sin embargo, según las declaraciones del presidente de la Federación de Vela Latina Canaria de Botes a Radio Nacional, parece que la concejalía de Movilidad está obstaculizando su implementación en esta ocasión.

Quizás sea necesario recordarle a la concejalía, actualmente en manos de Nueva Canarias, que la Vela Latina Canaria fue reconocida como Bien de Interés Cultural hace algunos años. Este reconocimiento no fue otorgado por capricho, sino debido a la profunda raíz histórica y cultural de este deporte en nuestra ciudad. La Vela Latina Canaria tiene una trayectoria que se remonta al siglo XIX, con su primera competición datada a mediados de ese siglo y la primera regata oficial organizada por el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1876.

Resulta irónico que, a pesar de la retórica frecuente sobre la «canariaedad» por parte de ciertos partidos políticos, como Nueva Canarias, parecen olvidar rápidamente la importancia y la relevancia de la Vela Latina Canaria en nuestra cultura y sociedad. Este deporte no es solo una actividad recreativa, sino una manifestación arraigada en la idiosincrasia de nuestro pueblo, con profundos vínculos con nuestra historia y tradiciones.

Por lo tanto, es crucial que la administración municipal reconozca y respalde adecuadamente la Vela Latina Canaria, no solo en palabras, sino también en acciones concretas. Garantizar la disponibilidad del dispositivo de tierra necesario para las regatas no solo protege este patrimonio cultural, sino que también promueve la cohesión social y el orgullo local en nuestra identidad canaria. 

Es imperativo que la alcaldesa, Carolina Darías, asuma un papel de liderazgo en este asunto y exija a su equipo municipal que priorice la resolución de este problema. La alcaldesa, en su calidad de máxima autoridad, tiene la responsabilidad de garantizar que se respeten y promuevan las expresiones culturales autóctonas como la Vela Latina Canaria. Asimismo, es fundamental que se establezca un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas, buscando soluciones que satisfagan las necesidades tanto de los deportistas como de los espectadores. No hay otro camino.


08 abril 2024

Discurso en la presentación del VI Minerva. 90 aniversario del Minerva.


 

Estimadas autoridades, queridos amigos y amantes de la Vela Latina Canaria,

Es un honor estar reunidos hoy para celebrar un momento verdaderamente extraordinario: el 90 aniversario del Minerva. Noventa años de historia que han forjado un legado de pasión, esfuerzo y dedicación a nuestro amado deporte, la Vela Latina Canaria.

Desde esa histórica fecha, en 1934, el Minerva ha navegado por las aguas de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria con determinación y pasión, cosechando innumerables éxitos que han dejado una marca imborrable en la historia de la Vela Latina Canaria.

Desde que surcó los mares de la bahía, el Minerva demostró una bolina excepcional y un espíritu de competencia inquebrantable. No pasó mucho tiempo antes de que se destacara como un verdadero gigante en el mundo de los botes, acumulando trofeos y reconocimientos en cada regata y campeonato en el que participaba.

Entre esos logros destacados, se encuentra el honor de haber ganado el primer campeonato oficial celebrado en 1934. Este hito no solo consagró al Minerva como un líder indiscutible en la escena de la Vela Latina Canaria de aquella época, sino que también sentó las bases para décadas de dominio y excelencia en el deporte.

La historia del Minerva es mucho más que una lista de logros deportivos. Es una historia de pasión, dedicación y resiliencia, una historia que continúa siendo escrita cada vez que el Minerva caza su vela en busca de la mejor bolina que lo lleven a alcanzar nuevas victorias.

Ciertamente, el camino del Minerva no ha estado exento de dificultades. A lo largo de estos 90 años, el Minerva ha enfrentado desafíos y momentos difíciles que han puesto a prueba su temple y determinación.

Un ejemplo de su tenacidad se evidenció después de la Guerra Civil. En un contexto complejo, el Minerva se mantuvo firme en su compromiso con la Vela Latina Canaria, siendo uno de los pocos botes que continuaron compitiendo. El Minerva conservó su esencia, resguardando su legado y aguardando pacientemente el resurgimiento de la vela latina, como una semilla que está a la espera de tiempos mejores y propicios.

Esa paciencia se vio recompensada en la década de 1960 porque junto a los históricos botes Porteño y Morales, el Minerva lideró el resurgimiento de la Vela Latina Canaria, impulsando una nueva era de pasión y competición.

En este 90 aniversario, cada individuo ha sido parte de nuestra historia, desde los soñadores fundadores hasta los dedicados presidentes, los entregados tripulantes, los hábiles patrones y los fieles aficionados, han dejado una marca imborrable en el tejido mismo de nuestra institución. Son los cimientos sobre los cuales se erige nuestra gran familia, el Minerva.

Es gracias al tiempo, el esfuerzo y el amor desinteresado de cada uno de estos individuos que hemos alcanzado este hito significativo de 90 años de historia. Su dedicación incansable y su compromiso son el verdadero motor que impulsa al Minerva hacia adelante, hacia un futuro lleno de nuevas hazañas y logros por alcanzar.

En este día tan especial, es un honor recordar y honrar a uno de nuestros pilares más destacados: Manuel Cabrera, un verdadero ícono de la Vela Latina Canaria, conocido cariñosamente como "La Fiera". Su legado perdura en la historia del Minerva y sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para todos nosotros.

Su espíritu indomable y su pasión por nuestro deporte fueron contagiosos, infundiendo energía y determinación no solo a nuestro club, ya que se prestó a colaborar con cualquier bote que se lo pedía, sin importarle que al día siguiente tuvieran que enfrentarse.

Hoy, al celebrar 90 años de historia, también miramos hacia el futuro con esperanza y entusiasmo. El Minerva continuará navegando por las aguas de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, defendiendo su legado y transmitiendo su pasión por la Vela Latina Canaria a las generaciones venideras.

¡Que sigamos navegando, buscando la mejor bolina y siempre con el espíritu del Minerva!

Muchas gracias.


30 marzo 2024

La cartera. Soraya Santana


Parecía a todas luces que el universo se había confabulado para que ese sábado no diera mi caminata matutina como de costumbre. La verdad es que tal y como sucedieron los acontecimientos me hubiera perdido algo de vital importancia…

Me levanté mas tarde de lo habitual porque el despertador no sonó, estaba conectado, programado con la hora de siempre, la batería cargada pero simplemente no sonó. Seguramente esa fue la primera señal para que no saliera de casa esa mañana, pero yo estaba empeñado en hacerlo.  

Hice un desayuno frugal porque ya no eran horas para otra cosa y me dirigí al garaje. La idea era bajar en coche hasta el puerto y caminar en llano por el Paseo de los Poetas, pero el coche no quiso ponerse en marcha, después de intentarlo tres veces desistí. Será la batería en el mejor de los casos, pensé, ya hablaré con el mecánico. Pero no se me ocurrió pensar que ahí había otra señal

Yo seguía empeñado en salir, así que ante este repentino abandono de mi “bólido” no quedó mas opción que bajar desde el Valle hacia las callejuelas del pueblo, me tocaría saludar aquí y allá inevitablemente, pasar por delante de la iglesia y desde ahí llegar a la playa por fin. No me importaba, no sabía en ese momento porqué, pero sabía que el paseo valdría la pena.    

Salí de casa y comencé a bajar las escalinatas que comunican mi urbanización con la carretera general. Reconozco que a esas alturas del día ya empezaba a preguntarme si podía pasarme algo más…y ¡¡claro que sí podía!! Al llegar al último escalón, absorto como estaba en mis pensamientos, no me fije en que   había un objeto en el centro y lo pisé de lleno, poco faltó para hacerme tropezar. Era una cartera de hombre, en su día debió ser marrón, pero estaba sucia y desteñida, a saber, cuánto tiempo llevaría allí tirada…

Me llamó la atención un papel doblado varias veces sobre sí mismo que sobresalía por una de las esquinas. Abrí la cartera, no contenía dinero ni documentación alguna, solo el papel doblado. Lo saqué con cuidado y al hacerlo salió también una tarjeta plastificada. En ella figuraban dos nombres y una dirección: Lucas Jiménez – Lucía García. C/ Malpaís nº 26. La volví a guardar y me centré en el papel doblado. Con sumo cuidado lo fui desplegando, se veía frágil y quebradizo. Debía haberse mojado porque la tinta estaba desteñida en algunas zonas, pero aún era legible. Estaba fechada justo un mes antes y la firmaba Lucas, el mismo de la tarjeta, me supuse.  Mi curiosidad alcanzaba ya sus mayores límites así que por fin empecé a leer:  

“Querido desconocido, si estas leyendo esta carta es porque has encontrado mi cartera. Habrás encontrado también la tarjeta con mi dirección y la de Lucía. Te ruego que la busques y se la entregues. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que me fui pero, sea el que sea, Lucía debe leerla. Confío en tu buena fe y espero que hagas llegar estas palabras a su destino…”  

Continué leyendo y, aunque me invadía la sensación de estar entrando en la vida privada de alguien sin permiso, mi curiosidad podía más, tenía que saber de qué se trataba todo aquello.

“…Mi querida Lucía: Perdóname por meterte a ti también en este embrollo. Me decías que dejara de fisgonear donde nadie me llamaba, que viviera mi jubilación tranquila y sin meterme en problemas, pero no te hice caso y ahora me veo vigilado y sospecho que perseguido. Voy a marcharme por un tiempo porque tal es el lío que temo por mi vida. No te preocupes. Saldré de esta, ya sabes como soy, pero necesito que hagas algo. Sobre la persona que te lleva mi cartera y esta carta, no sé si será de fiar, mi niña tú tienes buen ojo para esas cosas, así que ya decidirás si quieres contarle todo o solo darle las gracias y despedirlo. “

—Sonreí…vaya con el jubilado, no se andaba con chiquitas…-. Continué leyendo:

“Te he dejado el resto de mi mensaje en la maleta que usé para ir a Lanzarote la última vez, ya sabes dónde está. Por favor, sigue al pie de la letra mis instrucciones. Confío en tí. Lucas.”  

Ya en esta tesitura y ante tanto misterio no pude hacer otra cosa que in en busca de Lucía ¿En qué tremendo lío se podía haber metido Lucas para que su vida peligrara?  No me podía quedar con las ganas de saberlo así que hacia allá me dirigí. 

La calle Malpaís era muy conocida porque allí estaba ubicado el local de ensayo de la popular Banda Guayedra y en días importantes, como los de la Rama, se montaban los mejores tenderetes del pueblo.

Llegué al número veintiséis y toqué al timbre. Era una casa terrera, antigua, pero en buen estado, los geranios de colores en las ventanas y los visillos de encaje la hacían parecer sacada de una telenovela de los años sesenta.

Para mi sorpresa abrió la puerta una chica joven, de no más de veinte años, en lugar de la abuelita jubilada que yo esperaba. Mas tarde ella misma me contaría que no era la esposa de Lucas sino la chica que cuidaba de él desde hace varios años y que se había convertido, con el paso del tiempo, en su única familia. 

Intentando disimular mi sorpresa como pude, expliqué casi tartamudeando el motivo de mi visita. Sus ojos azules me miraban incrédulos. Le entregué la cartera y el pliego de papel con la carta de Lucas y esperé su respuesta.   Pero nada más leer las primeras líneas la emoción pudo más. Hice ademan de retroceder unos pasos para marcharme, pero se agarró de mi brazo y, entre lágrimas, me pidió por favor que me quedara. Por supuesto acepté.

Entramos en la casa y nos acomodamos en un sillón de mimbre, estábamos en una especie de patio interior lleno de helechas que colgaban del techo y fotografías antiguas decorando las blancas paredes. Se escuchaba al fondo del pasillo el canto de los pájaros. Y en ese escenario Lucía leyó en voz alta las palabras que Lucas le había dirigido. 

En uno de los laterales del patio había una única habitación y hacia allí nos dirigimos. Dentro solo la cama, una mesa de noche y un baúl antiguo. Me quedé en la puerta mientras ella se dirigía a la cama y sacaba de debajo una maleta igual de antigua que el baúl.  En su interior aparecieron varias pequeñas bolsas con lo que parecían ser muestras, jirones de ropa, dos vasos pequeños e incluso unas colillas. También había un sobre amarillo grande y una pequeña grabadora.  Del sobre sacamos varios documentos y un montón de fotografías de la calle, de los coches y de personas que ni Lucia ni yo habíamos visto nunca por el pueblo. La grabadora llevaba detrás una pegatina que decía “Enciéndeme y escucha”. Nos miramos asombrados… “…¡¡Pero qué peliculero es este hombre...!!” se le escapó a ella.  

Y eso hicimos, escuchar… El audio iba desgranando toda la aventura de Lucas desde que hace unos meses había descubierto, dos casas más allá, lo que él llamó “movimientos sospechosos” de día y de noche, chicas que entraban y salían, gente desconocida, voces a altas horas de la madrugada, coches de lujo que transitaban la calle a horas impropias… En fin, toda una retahíla de detalles que le hacían pensar que nada bueno estaba pasando allí. Se había decidido a recopilar fotografías de todo lo que pudo ver, las pruebas de que, según el, por allí se movía algo gordo y, desde luego, cualquier cosa menos honrada.

Nos costó un buen rato digerir la historia y los dos estuvimos de acuerdo en que lo mejor era llevar todo aquello a la Guardia Civil en Gáldar y poner una denuncia por la desaparición de Lucas, quien sabe si le había dado tiempo de desaparecer o los vecinos le descubrieron, se anticiparon y lo hicieron desaparecer antes.

En el cuartelillo estuvimos casi todo el día, declaración va, declaración viene. Ya bien entrada la tarde, agotados y muertos de hambre, nos volvimos para Agaete. De todo aquel material los picoletos sacaron muy buen provecho. Nos informaron pasados unos meses que se estaba montando una red de trata de personas en el pueblo y que, gracias a Lucas y sus pesquisas, habían podido paralizarla. Como siempre los cabecillas habían escapado pero el norte de la isla se había librado de unos cuantos malandrines y gente de mal vivir.   Del pobre Lucas seguimos sin saber nada, no hay ningún indicio de su muerte, pero tampoco de que siga con vida. Lucía y yo confiamos, algo nos dice que anda por esos mundos de Dios colaborando a resolver misterios y evitar delitos. 

Lucía y yo no nos hemos separado desde el día en que encontré la cartera. Las cosas del destino son así…. Y la vida te da sorpresas como las de ese día. Pero esa es ya otra historia.