10 enero 2023

Ciudades para las personas


Fuente: Pixabay

Las ciudades no se pueden convertirse en lugares hostiles, aunque, hoy por hoy, lo son, solo hace falta darse una vuelta por nuestras ciuidades para darse cuenta de que la realidad es esa, vivimos en ciudades hostiles para las personas y esa es una realidad que hay que cambiar.

El primer paso sería convertir nuestras ciudades en ciudades sotenibles, porque si cambiamos el concepto de ciudad, estaremos yendo hacia ese tipo de ciudades que es capaz de satisfacer las necesidades de sus habitantes de manera que se asegure una calidad de vida óptima, sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. En otras palabras, una ciudad sostenible es aquella que es capaz de mantener su vitalidad y su atractivo sin dañar el medio ambiente ni agotar los recursos naturales.

¿Por qué es importante tener ciudades sostenibles? La mayoría de nosotros vivimos en ciudades, y cada vez más personas se están trasladando a ellas buscando una mejor calidad de vida. Pero a medida que las ciudades crecen, también aumentan los problemas ambientales y de calidad de vida, como la contaminación del aire y del agua, el tráfico congestionado y la falta de espacio verde. Además, las ciudades consumen una gran cantidad de energía y recursos naturales, lo que contribuye al cambio climático y agota los recursos del planeta.

Por eso es crucial que comencemos a pensar en cómo podemos hacer que nuestras ciudades sean más sostenibles. Esto incluye cosas como reducir el uso de combustibles fósiles y aumentar la eficiencia energética, fomentar el transporte público y las formas de transporte sostenibles como la bicicleta y el caminar, y promover la construcción de edificios y barrios que sean amigables con el medio ambiente. También es importante asegurarse de que las ciudades tengan suficiente espacio verde y áreas de recreación, ya que esto no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida de las personas que viven allí.

Pero no podemos hacer todo esto sin la participación de todos. Es responsabilidad de cada uno de nosotros contribuir a la creación de ciudades más sostenibles, ya sea a través de nuestras elecciones personales, como utilizar menos energía en nuestras casas o elegir formas de transporte más amigables con el medio ambiente, o a través de nuestra participación en la toma de decisiones políticas y en la promoción de cambios a nivel local y nacional.

13 abril 2022

LA DERIVA AUTORITARIA DE LA FEDERACIÓN DE VELA LATINA CANARIA

Fuente: Daniel Rodríguez

La Vela Latina Canaria de botes lleva muchos años con un modelo de competición que no ha variado en 60 años. Se ha modificado en contadas ocasiones y, en el caso particular del Campeonato, se modificó el año pasado por causa de la pandemia de la Covit-19. 

En estas circunstancias especiales se acordó hacer dos grupos, para reducir el número de regatas, evitar que alguna ola de la Covit-19 impidiera que pudiésemos acabar la temporada. Se decidió en asamblea que la composición de los grupos se realizara por sorteo y así se hizo y así se aceptó.

Sin embargo, aunque seguimos en pandemia, las circunstancias han cambiado mucho y ya no estamos en la situación de emergencia sanitaria como el año pasado y teníamos la posibilidad de volver a retomar la competición como siempre se ha hecho, de todos contra todos y, además, el número de botes que se han inscrito (13) permitía que se hiciera sin ningún problema, pero se optó por seguir con el sistema de dos grupos y por mucho que le doy vueltas, no termino de entender el porqué.

Este sistema de dos grupos tendría su razón si fueran 24 botes, pero con 13 no tiene razón de ser y además perjudica, ya no solo a la competición, la mayoría para a tener solo cinco regatas en el campeonato, sino también a las arcas de los botes. Muchos patrocinadores se echarán para atrás cuando vean que la visibilidad de su publicidad se reduce a más de la mitad que si hubiera un todos contra todos porque se doblaría el número de regatas.

Si lo que se quiere es dar espectáculo, soy un firme partidario de los Play Off finales, se podría realizar la temporada normal, todos contra todos, y luego un Play Off final con los cuatro primeros, en el formato que se acuerde en la asamblea.

Sin embargo, desde la Federación se ha presionado al máximo para que se eligiera el modelo de los dos grupos y al final se llevó el gato al agua.

Dicho esto, necesitaba decirlo, ayer martes 12 de abril tuvo lugar el sorteo para conocer la composición de dos grupos de botes que se van a enfrentar en el Campeonato Aguas de Teror 2022.

En principio, los que asistieron al acto se sorprendieron porque pensaban que el sorteo se iba a celebrar con lo acordado en la última asamblea, que era realizar un sorteo puro entre todos los grupos y conformar los grupos A y B, pero los representantes de la Federación vinieron al acto con una idea fija y era pasar por alto lo que se había decidido, que era realizar el sorteo como se hizo la temporada anterior e imponer su idea, que no era otra que conformar cuatro cabezas de grupo con los cuatro finalistas, Morales, Puerto de la Luz, Villa de Agüimes y Porteño y el resto de botes entrarían en los grupos por sorteo puro.

Los asistentes al acto protestaron, por activa y por pasiva, y manifestaron que lo que se planteaba no era lo que se había acordado, pero la Federación hizo caso omiso y continuó con la imposición de su idea sin tener en cuenta las voces discordantes de los asistentes.

Al final se realizó el sorteo y se conformaron los dos grupos siguiendo la idea impuesta por el ente federativo.

Fuente: FVLC


Lo que me pregunto, es que hubiera costado, si había dudas con el sistema de sorteo, reunir a los presidentes y representes desde que se terminó la inscripción de los botes y elegir el modelo, planteando las tres propuestas que estaban encima de la mesa, a saber: sorteo puro, sorteo con dos cabezas de grupo y sorteo con cuatro cabezas de grupo.

Sin embargo, se eligió la imposición, de ahí el título de este artículo, dejando en la cuneta la opinión de los clubes, que son los principales afectados por el modelo de competición que se elija.

La Federación, encabezada por su presidente, lleva los dos últimos años proa al marisco, como si la única opinión válida fuera la suya y que la de resto de los mortales no son importantes para considerarlas y, eso, en mi opinión, significa solo una cosa, que es hora de recoger, hacer las maletas e irse. 


01 noviembre 2021

Mesa redonda: El fenómeno de la autoedición literaria en el festival Rock and Books



 
El próximo jueves 4 de noviembre a las 19.00 horas participaré en una mesa redonda sobre el fenómeno de la autoedición literaria y tendrá lugar en el festival Rock and Books que se está celebrando en el anexo de la Plaza de la Música situado en el Rincón. Participamos en la mesa Nisa Arce, Melani Garzón, Moisés Morán y la modera Leandro Pinto.

10 octubre 2021

Presentación de mi libro «Evolución histórica y deportiva de los botes de Vela Latina en Las Palmas de Gran Canaria: 1876-1962» en la Feria del libro 2021


Hoy, día 10 de octubre, presento mi libro «Evolución histórica y deportiva de los botes de Vela Latina en Las Palmas de Gran Canaria: 1876-1962» La presentación tendrá lugar en la Feria del Libro, en el parque Santa Catalina y en la carpa sesión continua a las 18.30 horas.


16 septiembre 2021

Presentación de mi libro «Evolución histórica y deportiva de los botes de Vela Latina en Las Palmas de Gran Canaria: 1876-1962»

 El próximo sábado 18 de septiembre presento mi libro «Evolución histórica y deportiva de los botes de Vela Latina en Las Palmas de Gran Canaria: 1876-1962» El lugar será el Puerto de Las Nieves en Agaete a las 18.00 horas y en el festival Rock and Books.




23 julio 2021

El vértigo de las opiniones. Artículo sobre la fecha del 24 de julio de 1904 publicado en La Provincia en 2004

Fuente: propia

 Después de releer atentamente el prolijo artículo publicado por LA PROVINCIA “Los botes y una tesis” de Juan Cabrera Santana, no voy a entrar, ni mucho menos, a contestar las desconsideraciones sobre mi persona, porque ellas se contestan solas. En lo que sí voy a entrar es en la cuestión que nos ocupa y a muchos preocupa, que no es otra que la del origen de la competición de los botes de vela latina en Las Palmas de Gran Canaria. Porque hoy por hoy estamos en la misma tesitura que ayer y que siempre, en una tesitura de opiniones, muy respetables, pero sin fundamento científico; la investigación científica se fundamenta sobre la base de hechos demostrables, objetivos y fiables y no sobre la base del vértigo de las opiniones. Y sobre esta base, la del vértigo de las opiniones, se construye la tesis de los que mantienen como inicio de las regatas de botes de vela latina, la fecha de 24 de julio de 1904 y que es el fundamento principal para la celebración del discutido centenario. 

Los pilares de esa tesis son afirmaciones tales como que «El 24 de julio de 1904 es la fecha indicada en la que nuestro pueblo llano tomó su peculiar concepción de las regatas de botes», o cómo «la primera regata oficial se celebró el 24 de julio de 1904 con motivo de las fiestas de San Cristóbal». 

A mí me gustaría conocer, porque hasta el día de la fecha no se ha hecho, y han tenido a su disposición algunas páginas del periódico más leído, qué datos tienen para afirmar lo que afirman. La historia en general y la historia de la Vela Latina Canaria en particular se escribe con hechos demostrables documentalmente, porque si no fuera de esta manera, nos perderíamos en el infierno de la verborrea. 

En este sentido, a mí me gustaría conocer los documentos, si existen, que dan a esa regata tan alto rango histórico, quién o quiénes son los que dan tan alta condición, y por qué esa regata es la primera regata oficial de la que se tiene conocimiento documental y de por qué no lo son las otras. Porque históricamente sería interesante conocerlos y pondría a muchos en su sitio, incluido a quien esto escribe, y este centenario estaría justificado. Sin embargo, esa «oficialidad», esa «peculiar concepción», parte de la publicación de un anuncio, de una regata de botes a vela, en la prensa y de la opinión de las personas que sostienen la tesis del 24 de julio. 

Y si los únicos argumentos que se quieren esgrimir para echar por tierra la tesis, de que ya por 1874 o incluso en fechas anteriores, los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria ya contemplaban regatas a botes a vela latina, es decir que, con la regata de 1904 el pueblo tomó la concepción de lo que hoy en tendemos por regatas de botes o inducir que la regata de 1876 no se celebró o que incluso no era de botes a vela latina, es mucho entender y suponer porque los datos son tozudos y si la regata de 1876 deja margen a la duda, las posteriores regatas no dejan margen a la duda ni a las especulaciones. 

Creo que es pertinente, en este punto, centrar el debate y, en ese sentido, hay que decir que lo que se está analizando no es otra cosa que el inicio competitivo de los botes de vela latina en la ciudad, de la primera regata oficial y competitiva de botes de vela latina de la que se tiene conocimiento documental, independientemente de la evolución que posteriormente sufrió este deporte (todos los deportes evolucionan desde su génesis) y no las regatas de goletas y bergantines en África, ni de barquillos o botes en Gando, Sardina o Mogán, y menos las elucubraciones sin fundamento sobre la concepción que te nía el pueblo llano de las regatas de botes, sino de aquellas regatas que se fueron celebrando desde 1874 con motivo de las fiestas de San Pedro Mártir y conquista de Gran Canaria, en la bahía de Las Palmas, por botes de vela latina que tenían una mínima estructura deportiva demostrable documentalmente. 

El origen de un deporte está en las primeras manifestaciones de ese deporte, de las que se tienen constancia documental, esos y no otros, son los elementos sobre los que se construye la historia de un deporte. 

En relación con la estructura deportiva, las regatas que a partir de 1874 comienzan a surcar nuestra bahía tienen una estructura mínimamente deportiva de mostrable con documentos escritos, a saber: un organizador oficial, en este caso, el Ayuntamiento, que coordina los diferentes elementos que van a configurar las re gatas a botes de vela latina, es decir, solicitando los permisos correspondientes y necesarios y construyendo una mínima estructura organizativa de recursos para que esas regatas se puedan llevar a cabo:

  • Un campo de regatas establecido entre un punto de la Bahía y el Muelle de Las Palmas. 
  • Un sistema de competición con premios para los ganadores, para el primero, segundo y tercero. De este sistema de competición se debe deducir una organización mínima de jueces, que dieran la salida y la llegada de los botes y que determinaran quiénes eran los ganadores. 
  • Y lo más importante, la participación de botes de vela latina, porque los botes a vela, lo eran de vela latina y no otra clase de vela, porque así lo de muestran multitud de documentos pictóricos y fotográficos de la época y porque para navegar en nuestra bahía, en los años a los que hacemos referencia, la vela más idónea era la latina, porque permitía navegar en bolina frente a los vientos alisios que frecuentemente venían y vienen de Norte o Noreste. 

Desde el punto de vista de la estructura de los deportes y de las teorías del origen de los deportes, estas regatas contaban con todos los elementos para considerarse deportivas y que se fundamentan en que una organización, en este caso el Ayuntamiento de la ciudad de Las Palmas decide organizar una regata, para lo que coordina a un grupo de personas, estableciendo unas incipientes, normas o reglas, para llevar a cabo una actividad física de movimiento en botes de vela latina, con signo lúdico-deportivo y carácter competitivo y con una situación motriz claramente identificable. 

La combinación de todos estos elementos y su constatación documental, son los que establecen y sitúan el origen de la vela latina de botes en las regatas que se celebraron después del primer intentó de 1874, que siguieron celebrándose en 1876, 1877, 1878, 1881, 1882, 1883, etc., y de las que se tienen constancia. Afirmar que estas regatas no son el origen competitivo de los botes de vela latina canaria sin aportar argumentos fiables y objetivos que se puedan constatar, es una temeridad, y más cuando se hace desde el desconocimiento y desde la atalaya de la opinión y no desde el conocimiento científico. 

El punto de discusión es por qué las regatas de botes de vela latina que se celebraron a partir de 1874, con elementos de estructura deportiva, no son el origen de la vela latina canaria y qué razones, que se puedan demostrar, son las que hacen de la regata del 24 de julio de 1904, punto de origen de nuestro deporte, y qué diferencias esenciales y demostrables, hacen que esta regata sea considerada la primera regata oficial, de la que hasta el día de la fecha no se han aportado documentos fehacientes que apoyen esa tesis. 

Para concluir, tres apuntes: primero, decir que la Federación Canaria de Vela Latina de Botes es libre de poner su centenario cuando estime oportuno e, incluso, apostar y defender la fecha de 24 de julio de 1904 como la primera regata de botes a vela, pero lo que no puede pretender es que algunos comulguemos con esas piedras de molino. 

Segundo, que en el último trabajo de investigación que se conoce sobre los juegos y de portes tradicionales canarios ya se recogen como primeras referencias documentadas a las regatas celebradas a partir de 1874, y tercero, me parece triste que ignoremos la historia de es te deporte, de aquellos que hace más de cien años empezaron a poner los pilares de lo que es hoy la Vela Latina Canaria.