02 enero 2019

Ahora que no estás


Fotografía sacada con un teléfono móvil Acer Liquid Z630
Ahora que no estás
me faltan razones
para entender un poco más la vida,
para continuar el camino
con la sencillez que tú me enseñaste,
intento encontrarlas bajo mis pies,
entre las manos de los otros,
en las palabras de aliento,
pero no las encuentro.
Ahora que no estás
te busco en las mañanas de café,
que ahora huele a tu ausencia,
y, sentado, espero oír tu voz,
pero solo me salen una entelequia de recuerdos,
los sabores inconfundibles del arte de tus comidas,
los olores cálidos de las habitaciones,
y la mano caliente de tu último viaje.
Ahora que no estás
ya no puedo llevarte mis nudos,
ponértelos sobre la mesa,
para que me ayudes a desatarlos,
y ahí se quedan junto a tus santitos,
esperando el milagro que nunca llega.
Ahora que no estás
pienso en ti y me quedo jugando con tus recuerdos,
intentando comprender por qué es así la vida,
y la vida eres tú, ni más ni menos.

31 diciembre 2018

La esquela

No puedo creérmelo, Cándido. Ahora que todo está tranquilo, te lo tengo que decir. No puedo quedarme con esto dentro de mí. Ahora son las tres de la mañana. Nadie nos oirá. Solo estamos tu hermana Amparo, tu hija Maite y yo, pero ellas duermen fuera. El resto se han ido a descansar. ¿Que qué tengo que contarte? Espera que lo saque, que lo tengo aquí dentro del bolso. Mira. ¿Que qué es esto? Sí, es la página del periódico en la que salieron tus esquelas. Yo pensé que solo iba a salir la nuestra, pero cuál fue mi sorpresa cuando vi otra dedicada a ti y, encima, a media página y más grande que la nuestra.
Te repito que no puedo creérmelo. Leo esa esquela una y otra vez y sigo sin entenderlo. He llegado a pensar que se trata de una broma. No sé, de algún amigo tuyo, de esos con los que te ibas de farra, que ha querido hacerse el gracioso o de alguna que no me quiere bien y que me quiere hacer sufrir aún más en estos momentos tan dolorosos. ¿Que qué dice? Espera que te la leo. Me tiembla hasta la voz.
«Mi churrito, gracias por esos siete años de pasión, amor y felicidad. Tu amada Mariela para siempre. Jamás te olvidaré, Candi.»
Sí, como lo oyes. Un insulto. Cuando me la trajeron no sabía dónde meterme. Tú hija Mayte se puso como una fiera, pero luego se calmó. Ya sabes eso que dicen que la procesión va por dentro. No te haces una idea de la vergüenza que he pasado aquí sentada, siendo el hazme reír del tanatorio. Algunos vecinos me miraban raro, como apiadándose de mí. Yo no necesito piedad ni comprensión.
Gracias a que te vamos a incinerar. Así será todo más rápido. Menos doloroso y menos vergüenza. ¿Te imaginas que te hubiésemos llevado al pueblo para enterrarte? No lo quiero ni pensar. Todo el pueblo hablando de tu aventura, de lo hijo de puta que has sido y de los cuernos que me llegan al segundo piso. Ya lo sé. Querías que te enterrásemos junto a tus padres, pero cambié de opinión. Después de lo que me hiciste con esa, ¿qué pretendías? ¿Qué te lleváramos en procesión al cementerio? No, ni hablar. Al ver la esquela lo tuve claro. Llamé a la funeraria y les pregunté si se podría cambiar el entierro por la incineración. Me dijeron que no había ningún problema. Así que lo comido por lo servido.
Incluso me van a devolver algo de dinero porque el ataúd me saldrá más barato. Además, no voy a encargar las estampitas para la misa funeral porque no te lo mereces. Incluso estoy pensando en no hacerte la misa para que te quedes en el purgatorio toda la eternidad, pero sé que tu hija Mayte no me dejará. Ella te quería mucho, incluso te ha defendido cuando se enteró que habías tenido una amante. Cosas de hombres, me dijo. Cosa de cabrones, le contesté yo. También les dije que deberíamos cerrar la sala y venir mañana por la mañana, a eso de las nueve, pero tu hermana puso el grito en el cielo. Claro, a ella le trae al pairo que tú me hallas puesto los cuernos. A lo mejor hasta lo sabía. Quién sabe.
Ahora que te lo he dicho me he quedado tranquila. Había pensado guardarte luto durante un tiempo, pero desde que te quemen, pasaré página. A rey muerto, rey puesto y voy a recuperar todo el tiempo que perdí atendiéndote como una tonta del culo. Ah, se me olvidada decírtelo, tu amigo Mario, sí Mario el que iba a casa a tomarse los vinos. Él siempre me miró con buenos ojos. Yo lo sabía, pero lo dejé estar. Él me está consolando muy bien y creo que voy a dejarme querer por una vez.

30 diciembre 2018

¿Qué he visto? The Sinner. Segunda temporada


OPINIÓN

Después de haber visto la primera temporada de The Sinner, que fue todo un descubrimiento, la segunda me ha dejado con ganas de más, con la sensación de que se ha quedado a medias, como si le faltara ir un paso más allá, que se le quedara algo en el camino, como si los productores tuvieran prisa por terminarla y no les dio tiempo de rematarla como es debido.
Quizás la razón de esto lo tenga un guion que no termina de despegar, con una trama que se plantea muy interesante, pero que a medida que avanza la serie, se va diluyendo sin llegar a desatar todos los nudos que se plantean a lo largo de los capítulos que nos proponen.
Esto no quiere decir que esta segunda temporada sea mala, lo que quiero decir es que, desde mi punto de vista, esta segunda temporada ha bajado un nivel respecto a la primera, no solo con el nivel de los actores sino también con la historia que nos cuenta.
Sin embargo, hay que decir que la serie se deja querer desde el primer capítulo, capta tu atención y te invita a seguir viéndola, capítulo tras capítulo, hasta llegar al final, aspecto que hay que agradecer a una parte del guion y a la dirección.
Sin lugar a duda te invito a verla, te pasarás un buen rato siguiendo las pesquisas del inspector Harry Ambrose para desenmarañar el caso que está investigando.

SINOPSIS


El inspector Harry Ambrose vuelve a su pueblo natal, Keller, a investigar el envenenamiento de una pareja a manos de su hijo adolescente sin una razón aparente. Su regreso es debido a la llamada de la hija de un amigo de la infancia que es policía y se ha encargado del caso. La investigación se va enmarañando a medida que avanzan las pesquisas policiales, descubriendo aspectos desconocidos en la población de Keller.
Fuente de las imágenes: Netflix España

29 diciembre 2018

¿Qué he visto? El silencio de otros.


Fuente: Fotograma del documental El silencio de otros. / BTEAM PICTURES
El título ya es revelador, porque justamente eso es lo que ha ocurrido desde que se instauró la democracia hace casi cuarenta años, donde el silencio ha sido, y sigue siendo, clamoroso con las víctimas de la dictadura franquista.
El silencio de otros te cuenta, de una forma sencilla, lo que ocurrió y está ocurriendo con las víctimas del régimen franquista, cuyos herederos siguen pidiendo justicia para rescatar a los suyos del olvido de las cunetas, de las fosas comunes, de los pozos, de las simas, de los campos y de los mares y poder enterrarlos de forma digna. No piden venganza, piden justicia.
También piden justicia aquellos que sufrieron las represalias de la dictadura, de la mano de los torturadores del régimen y que todavía campan a sus anchas por nuestras calles.
Muchos repiten hasta la saciedad que hay que pasar página, que agua pasada no mueve molinos, pero en este preciso caso, no se puede pasar página hasta que todas esas víctimas sean sacadas de las fosas comunes para ser enterrados con dignidad porque fueron asesinados con premeditación y alevosía y enterrados con nocturnidad para que nunca fueran encontrados.
El silencio de otros debería ser visionado en los institutos para que los más jóvenes sepan qué ocurrió en España con los vencidos, aquellos que dieron su vida por defender la democracia.
Este documental nos puede ayudar a comprender a las víctimas y a ponernos en la piel del otro para comprender su pena, su impotencia, su rabia y su vergüenza.
El seis de diciembre de 2018 se cumplen cuarenta años de democracia, cuarenta años en los que hemos avanzado mucho como sociedad, pero que tenemos pendiente la asignatura de la memoria histórica y no hemos podido borrar, para siempre, todo vestigio de la sanguinaria dictadura franquista y seguimos percibiendo su tufo en nuestras calles, en nuestras plazas y en algunos de nuestros políticos. Espero que esto sea posible antes de que a las ranas le salgan pelo, como decía María Martín, víctima de la dictadura.
Fuente del vídeo: The Silence of Others

28 diciembre 2018

Atardecer en Las Canteras


Vídeo sacado con un teléfono móvil Acer Liquid Z630
Para mí uno de los momentos más impresionantes del día es el atardecer y si este atardecer es una playa, pues la experiencia es irrepetible y si esa playa es Las Canteras, entonces la combinación es perfecta porque los atardeceres en este lugar son increíbles.
Solo es cuestión de esperar el momento y disfrutar de él. Quedarse con la inmensidad del atardecer y disfrutar de los diferentes sonidos y de la paleta de colores que se nos muestra, que cambia con cada milesegundo, sin ser capaces, apenas, de percibirlo, solo si prestas atención a la maravilla que está ocurriendo a tu alrededor, serás capaz de captar su inmensidad.
No lo duden, disfruten del momento que capté en ese atardecer, de las olas rompiendo casi sin querer en la orilla, dejándose caer sobre la arena y dejándose arrastrar, nuevamente, para crear otra ola única e irrepetible en una serie interminable que jalea la luna y los vientos.
Y no se olviden de disfrutar de los colores que nos ofrece la tarde que se nos va, la combinación exacta para crear un claro-oscuro único a cada instante. No habrá un atardecer igual porque el de mañana será único y diferente, como lo es el que les muestro.
Fuente del vídeo: Mi página de Youtube.

27 diciembre 2018

Gotas de naturaleza


Fotografía sacada con un teléfono móvil Acer Liquid Z630
La cámara de mi móvil tiene sus limitaciones, pero hay veces en las que se alían los dioses de la luz y hago fotografías como la de esta flor, en la se combinan todos los elementos necesarios para demostrar, por millonésima vez, que la naturaleza es maravillosa y nos regala hermosuras como la de esta flor, un hibiscus que estaba en un jardín de Budapest.
En mi caminar diario voy mirando para todos lados, no que vaya en busca y captura de una fotografía, pero reconozco que mi mirada es activa, esperando a encontrar algo que merezca la pena ser fotografiado.
En esta ocasión caminábamos en dirección a una de las estaciones de metro de Budapest y, al poco, nos encontramos con algunos jardines con una amplia variedad de flores, entre las que se incluía los hibiscus y los había blancos y malvas. Saqué el móvil y activé su cámara porque sabía que me encontraría con alguna flor merecedora de ser fotografiada. No tarde mucho en encontrarla.
Me detuve delante de ella a contemplar su belleza, que aumentaba con las gotas de la lluvia que había caído hacía unos minutos, una combinación perfecta. Gotas de agua de lluvia, los colores malva, rojo, blanco amarillo y verde.
Sí, la naturaleza nos regala todos los días parte de su increíble hermosura, solo tenemos que detenernos a observarla, tener la mirada activa para disfrutar de lo que nos ofrece.
Quizás el ajetreo diario nos empuje a pasar de largo de la maravillosa naturaleza, sin embargo, tenemos pararnos; nuestro mundo no se derrumbará si nos paramos unos minutos a disfrutar de lo que tenemos a nuestro alrededor.

26 diciembre 2018

Relajación


Fotografía sacada con móvil Acer Liquid Z630
Cualquier momento es válido para relajarnos. Detener la actividad diaria, pararnos y respirar.
Esta paloma lo tiene muy claro, como el resto de los animales, que viven el momento, sin preocuparse ni por el pasado ni por el mañana, llevando a la práctica el tan traído y llevado carpe diem, y que solo se preocupan del presente.
Muchos problemas nos evitaríamos si fuésemos como esa paloma o por lo menos lo intentásemos porque muchos de nuestras contrariedades surgen de ahí, de nuestra excesiva preocupación por el pasado y, particularmente, por el futuro, creándonos una ansiedad innecesaria que no nos lleva a ningún sitio porque el futuro será el que tenga que ser.
Por esa razón tenemos que ser como esta paloma, buscar un momento del día para cerrar los ojos, relajarnos, preocuparnos solo de respirar y ver la vida pasar.