11 diciembre 2018

Intolerance

This human being thing is not complicated, it is enough to be so. However, there are people who forget what they are and become abominable monsters who would not be recognized by the mother who gave birth to them.
One of these beings, to call it by some name, is the man who, last Friday, 19 October 2018, gravely insulted a black woman because she was going to sit next to him on a Ryanair flight that was going to cover the Barcelona-London route.
In this video,
, you can hear the racist and hateful insults made by this energetic woman of 77 years of age. Outrageous.
What is serious about this affair is that those responsible for the airline did not act fulminantly against this gentleman, who should have taken him out of the plane and arrested him by the police for threatening and hate crimes, but those from Ryanair did nothing at all, they just moved the woman, leaving the criminal sitting quietly in his seat, satisfied that his racist and intolerable behaviour went unpunished.
However, facts such as these tell us that we must be vigilant and stand firm, without taking a step back, in the face of this type of behaviour, which is the result of the new neo-fascist currents that run through Europe and which encourage hatred of the different, racism and xenophobia, which have no basis whatsoever.
We cannot allow history to repeat itself and we must defend an inclusive world, far from hatred, xenophobia and racism.
The fascist parties want an exclusionary world, a world where hatred is the flag flying in our homes, hatred of foreigners, hatred of the different, hatred of the unknown and hatred of the progress of civilisation.
These parties want to put us, once again, in a dark cavern whose only way out is the abyss, and we cannot allow that.
Sources of information: La Vanguardia.

10 diciembre 2018

La mujer bala

Todo el mundo sabía que era una mujer bala, que iba de mano en mano como la falsa moneda, como decía la canción. Pero a él no le importaba. Él se había enamorado de su primigenia inocencia, corriendo tras sus «ma, me, mi, mo, mu», jugando con su «mi mamá me mima» y de su eterno «siempre serás mi amiguito» tras aquel tierno beso en la mejilla que le dio en el recreo con apenas siete años.
La vio crecer tan rápido que le perdió la pista. Con el tiempo, y después de muchos años, la volvió a encontrar en las calles de su ciudad hecha una mujer, pero perdida en el bucle infernal de las drogas. La fue a buscar para rescatarla y decirle: «todavía eres mi amiguita», pero su amiga de la infancia no lo reconoció. Lo miró y con una mirada endemoniada le gritó que la dejara en paz.
Él no se rindió y siguió yendo todas las noches para intentar sacarla del abismo en el que estaba perdida, pero no lo consiguió.
En una de esas visitas, la encontró tirada entre cartones ennegrecidos, meada y sucia, como una muñeca rota y desvalida que habían tirado al vertedero.
Él se sentó, la puso en su regazo y llamó a los servicios de emergencia que, cuando llegaron, certificaron su muerte. Él la acompañó en la ambulancia intentando controlar un llanto desconsolado. Desde la sala de urgencia, llamó a su familia. Nadie se quiso hacer cargo de ella. Tuvo lo que se buscó, le dijeron sus familiares. Él se sentó junto a ella, le cogió de la mano y le dijo: yo sigo aquí, amiguita.
Fuente de las imágenes: Pixabay

09 diciembre 2018

Detente


Tendrás tiempo de detenerte,
de observar e intentar lo imposible.
Allí están sus grietas mohosas,
sus maderas carcomidas.
¡Túmbate!
Arrástrate por el suelo,
ahí puedes sentir la humedad
que traspasan sus paredes cicatrizadas,
pero jamás oirás sus voces,
están enterradas en los patios traseros,
en la tierra de cal y pintura,
en los ecos de los gemidos de la entrega,
en los escombros del olvido,
en las tejas viejas de los tejados rojos.
Solo encontrarás su silencio pétreo,
un silencio convertido en olvido,
en ángel que pasó mil veces,
en fantasma que vino a tomar café,
en bucle eterno que entra y sale.
Después podrás irte y recordar lo que fue.
Fuente de las imágenes: Fotografía sacada con un Acer Liquid Z630

08 diciembre 2018

Algo de perspectiva


Ya comenté que una de las cosas que me permite tener un smartphone es poder sacar fotografías en cualquier momento y, casi, en cualquier lugar y eso es lo que hago.
En esta ocasión me llamó la atención la perspectiva de este túnel, con sus gentes atravesándolo en el fondo, sus claros-oscuros y sus paredes llenas de grafitis de dudoso gusto.
La perspectiva es muy importante en el arte, pero también en la vida; coger un poco de distancia para ver lo te está ocurriendo con algo de perspectiva, te puede dar una lectura muy interesante.

Fuente de las imágenes: Fotografía sacada con un Acer Liquid Z630

07 diciembre 2018

Manos a contra luz


Siempre que paso delante de esta escultura, (Héroes Solidarios. Etual Ojeda, 2006) que está al final de la playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria, pienso en lo que representa; la ayuda al prójimo, al que tienes a tu lado.
Qué importante ser solidario. La solidaridad es lo que puede cambiar el mundo en el que vivimos, dar la mano al que lo necesita sin pedir nada a cambio. Ese es el camino y no otro.
Quizás el ser solidario es algo que nos distingue del resto de los animales; esa capacidad de echar una mano, de arrimar el hombro para que nuestros semejantes puedan salir a flote, aún a riesgo de quedarnos en el camino.
Una vez me contaron, (no he comprobado su veracidad), que la ONU encargó a una serie de expertos internacionales que se podría hacer para acabar con el hambre en el mundo y todos llegaron a la misma solución:

la solidaridad.


Yo pienso lo mismo, ya no solo para acabar con el hambre, sino con muchos de los problemas que afectan a la humanidad en estos momentos.

Fuente de las imágenes: Fotografía sacada con un Acer Liquid Z630

06 diciembre 2018

The essentials


Give me the essentials. Leave out the superfluous.
One detail is enough for me. No more.
Perhaps a smile.
Perhaps a glance.
Perhaps a gesture.
Perhaps a scorn.
Perhaps a kiss.
What I fit it in my hand. I want no more.
What I can carry if I have to flee from your bonfire.
I do not want to burn myself with what is left over,
that tinder that will accumulate over the years
and that it will occupy every corner.
Give me the essentials. You share the rest among others.
Perhaps a touch.
Perhaps a reunion.
Perhaps a hello.
Perhaps a farewell.
Perhaps a scorn.
I do not want more than my gaze can bear.
Nothing more.
Then go away and leave me alone
Image source: Photograph taken with Acer Liquid Z630

05 diciembre 2018

El sentido común se nos escapa


En muchas ocasiones nos conducimos por la vida como títeres sin cabeza, sin saber dónde vamos, guiados por los hilos invisibles de la sociedad en la que intentamos sobrevivir.
Sin embargo, tenemos una herramienta muy eficaz para caminar por la vida con algo más de sentido y no es otra cosa que el sentido común, que nos permite evaluar, pros y contras, de las decisiones que estamos a punto de adoptar o que vamos a tomar en un futuro próximo.
Claro está que el sentido común es un sentido que nos viene dado desde que nacemos, y que tiene una relación directa con nuestra experiencia existencial (social) y con la inteligencia. Un binomio, experiencia e inteligencia, que tenemos que cultivar para engrandecer nuestro sentido común.
El sentido común nos capacita para sobrevivir en nuestra sociedad, porque nos da elementos y herramientas, que nos hacen más eficaces a la hora de la toma de decisiones y a la hora de evaluar situaciones comprometidas.
Lo cierto es que, el sentido común, al ser un sentido que se cultiva desde la experiencia, puede que sea distinto en función de la sociedad en la que vivas, porque una decisión podrá tener sentido en una determinada comunidad, pero en otra ser una locura.
Pero lo importante es que el sentido común te proporciona las claves para identificar y evaluar los límites. Solo tienes que estar muy atento.
Sin embargo, vemos y oímos como muchos se conducen por la vida sin tirar del sentido común, como si lo hubieran perdido o como si no lo tuvieran, pero todos los tenemos, solo tenemos que atraparlo.
Fuente de las imágenes: propia