28 abril 2018

The oblivion

The night fell again like every winter night, cold and lonely. He got tired of counting the lanterns that illuminated the wadis of that nameless city. He made a sandwich with some bread, which he stuffed with some stale sausage that he had found in a garbage can in a nearby supermarket. He took out all the documentation he had: the ID card and an old expired passport. He looked for the last time at what he looked like, he didn't even recognize himself anymore. He took some old newspaper sheets and set them on fire with his lighter. When the flames were at their peak, he threw his ID card and passport at the pyre. He grabbed his sandwich and ate It, Watching it burn the only thing that kept him tied to the world.
Image source: own

27 abril 2018

Tajinaste blanco de Gran Canaria

El tajinaste blanco es una planta endémica de la isla de Gran Canarias y también se encuentra en Lanzarote y en Fuerteventura con una floración preciosa.

26 abril 2018

Reflejo perpetuo de la bicicleta


Ahí estuvo la bicicleta y dejó su huella.

That's where the bike was and it left its mark.

25 abril 2018

La hora del viaje

Era la hora. Cogió la cucharilla ennegrecida y preparó el billete para su viaje. Cargó la jeringuilla con el líquido burbujeante que revivía en la cuchara. Buscó la vena del tobillo, esa que se escondía en el calcetín y allí se pinchó.

El viaje comenzaba con un sopor que lo elevaba hacia lugares siempre desconocidos y se mantenía allí, sin saber muy bien dónde estaba, pero se sentía feliz.

Así escapaba de una realidad que no le gustaba, que evitaba que se tirase por un puente y enterraba, una vez más, a su cobardía.

Fuente de la imagen: Pixabay

24 abril 2018

La bicicleta esperando el atardecer

La bicicleta esperando el atardecer en la playa de Las Canteras.
The bike waiting for the sunset at Las Canteras beach.

23 abril 2018

Gaviota hamburguesa

Esta gaviota de Hamburgo está tan acostumbrada a los humanos que estuve a escasos 60 cm y logré fotografiarla y sin inmutarse.
This Hamburg seagull is so accustomed to humans that I was barely 60 cm away and managed to photograph it and not to be disturbed.

22 abril 2018

Carta a papá

Papá, ayer soñé contigo y parecías tan real, como si no te hubieras ido hace ya más de cuarenta años. Cuando me desperté, tuve un desasosiego extraño porque ese sueño había sido tan verosímil, tan tangible... Allí, en el mundo de lo onírico, te miré a los ojos y te reconocí, me acariciaste, te acaricié, me llevaste de la mano, me protegiste de los peligros y me sonreíste. Pero todo era un sueño.
Después me levanté y fui a mi cartera a coger la vieja fotografía que siempre llevo conmigo, para no olvidarme que un día exististe, y te vi allí, en blanco y negro, cuando yo daba mis primeros pasos por el mundo y a ti la vida se te estaba empezando a escapar de las manos.
Estuve un rato observando la fotografía y pensé en cómo hubiera sido mi vida si no te hubieras muerto… ¿Todo hubiera sido diferente? Seguro que sí.
No me hubiera pasado ocho años de mi vida en un internado, esos años que tanto han marcado en mi vida. Esos años, los más importantes de la infancia, los hubiera pasado contigo, con mamá, con mis hermanos y mis amigos del barrio. No pudo ser.
Me habrías enseñado a montar en bicicleta, me habrías guiado por mis primeros pasos en la lectura y en la escritura, habrías jugado conmigo a mil juegos, habríamos ido a la playa a jugar en el mar, habríamos ido a ver las pegas, de nuestro Minerva, contra el Porteño o el Morales. ¡Cuántas cosas hubiéramos hecho juntos, papá!
Todo hubiera sido muy diferente.
Ahora te lo digo, papá, sin ti la vida ha sido un poco más dura, un poco más difícil y un poco más triste, pero siempre he tenido tu imagen de buena persona y del buen padre que siempre quisiste ser y que la vida te arrebató. Esa ha sido la estrella que siempre me ha guiado hasta llegar aquí, tu buena estrella siempre me ha acompañado y lo hará hasta el final de mis días.
Fuente de la imagen: propia.