10 marzo 2016

Exponerse o morir en el intento


El escritor tiene que exponerse; de nada le vale esconderse detrás de las cuartillas guardadas en los cajones o en los discos duros.
Yo lo tuve claro desde que decidí dedicarme a esto de escribir; no podía quedarme en un rincón a esperar que sonora la flauta, porque rara vez suena y hay que llenarse de valor para seguir empujando el carro y eso hago desde hace algunos años.
Sí, poner en marcha una campaña de crowdfunding es exponerse, y mucho, porque pones encima de la mesa un trabajo del que tú estás más que satisfecho y que consideras que puede ser apoyado por mucha gente.
Sin embargo, esa exposición te puede salir bien, pero también mal y darte cuenta que estás más solo que la una o que no tu novela no despierta el interés que tú esperabas.
Pero así es la vida del escritor, el de escribir y escribir esperando que su trabajo sea reconocido por los lectores y así, alimentar, un poco, nuestro ego.
Cuando inicié la campaña para poder publicar mi novela Medio minuto para morir era consciente que tenía que exponerme para explicar, muy bien, qué estaba intentando vender y que esto, al final, no fuera una quimera de un vendedor de humo.
Sé que mi novela Medio minuto para morir es la novela que quería escribir, que conté lo que quería contar, que cuando la acabé, quedé muy satisfecho y los que la han leído, también.
Así que amigos, aquí estoy. Solo espero que sepan valorar el trabajo que les propongo y, si lo estiman, que lo apoyen.

07 marzo 2016

¿Quién dijo que sería fácil?


Cuando inicié este proyecto Medio minuto para morir sabía que sería difícil, porque publicar en papel siempre es complicado, porque tienes que hacer un desembolso económico muy importante al que, en estos momentos, no puedo hacer frente.
También me lo planteé como un reto, no puedo vivir sin retos. Los que nacimos con una mano delante y otra detrás, nos hemos acostumbrado a bregar y a conseguir lo que tenemos a base de esfuerzo y voluntad. Desde que tuve uso de razón lo supe. No me queda otra que luchar para conseguir lo que quiero.
Aún recuerdo que cuando era un pibe, nunca le pedía un duro a mi madre porque sabía que todo lo que tenía era darnos de comer a mis cinco hermanos y a mí. Así que, desde muy pequeño, vendí cobre, periódicos, papel higiénico, lejía, cartón y pan duro para los galgos, para tener unos duros para ir al cine Scala y salir con los amigos. Sí, parece una película de los años cincuenta, pero en muchos barrios de esta ciudad, en los años setenta, había que buscarse la vida así. No había otra.
También recuerdo que cuando empecé a hacer mi tesis doctoral muchos me preguntaban que para qué, que si no me iba a dedicar a la docencia, no valía la pena. Sin embargo, yo les decía que simplemente tenía una inquietud; quería demostrar que la vela latina se había iniciado mucho antes de lo que decían algunas fuentes y lo conseguí. Los datos están ahí.
Ahora estoy en este nuevo camino, la de publicar mi novela Medio minuto para morir. No sé si lo conseguiré, pero lo voy a intentar con todas mis fuerzas.
Si te apetece conocer el proyecto, entra aquí Medio minuto para morir y conócelo.

05 marzo 2016

Los mecenas de la cultura


Mecenas en sinónimo de confianza, porque cuando un mecenas aporta su granito de arena, en forma de euros, está apostando por ti, porque cree que tu proyecto vale la pena y siente que tiene que ver la luz.

Muchos lo hacen porque conocen tu trayectoria y saben que es una apuesta segura, otros lo hacen sin conocerte, simplemente porque el proyecto les atrae y les resulta interesante. En ambos casos la confianza es la base de este intercambio.

Los mecenas no solo aportan sus euros, también te regalan algunos minutos de su tiempo, no solo haciendo su aportación y la transacción correspondiente en Verkami, muchos te regalan sus comentarios en las redes sociales y eso, de verdad, no tiene precio, porque están están gritando a los cuatro vientos: Yo soy mecenas de la novela de Moisés Morán Medio medio minuto para morir.

Así que GRACIAS, mecenas, por la CONFIANZA.

03 marzo 2016

Un proyecto, una ilusión.



Este proyecto nace con el propósito de satisfacer la necesidad de muchos que todavía no se han pasado al libro digital, muchos de mi generación y otros muchos que ven el papel el único formato válido para poder seguir disfrutando de la lectura.


Verkami y su plataforma de crowdfunding me han dado la posibilidad de publicar mi novela Medio minuto para morir en papel, porque este formato tiene unos gastos añadidos, sobre todo la impresión, que yo solo no podría asumir.

El crowdfunding es sinónimo de confianza, confianza en el producto que se ofrece y en la persona que hace la campaña.

Yo te garantizo que la novela será de una calidad excelente, la portada en cartulina estucada, plastificada brillo de 260 gramos y el papel ahuesado de 80 gramos y la encuadernación es rústica fresada.
No, no trabajo en una editorial, pero llevo algunos años metido en esto y sé perfectamente de lo que hablo.

De la novela te puedo decir que las personas que la han leído les ha gustado mucho, pero ya sabes que esto de los gustos de la lectura va por barrios.
Este es el extracto de un comentario de una lector en Amazon:

Solo espero que este proyecto sea de tu confianza.
Este es enlace de la campaña: Medio minuto para morir.

02 marzo 2016

Campaña de mecenazgo para la publicación en papel de mi novela Medio minuto para morir

Mi proyecto de ‪#‎crowdfunding‬ ya ha empezado. En el siguiente enlace puedes leer todos sus detalles. Si crees que te interesa, elige la opción de mecenazgo que más te interese. Y no olvides compartir, este tipo de campañas se basan en la máxima difusión. 

¡Gracias, por adelantado.!

27 febrero 2016

¿Qué he visto? Entremeses de Miguel de Cervantes


El teatro se hace grande con representaciones como la que vimos ayer en el teatro Cuyás, donde se llevó a escena los Entremeses de Miguel de Cervantes, una producción del Teatro de la Abadía dirigida por José Luis Gómez para celebrar su XX aniversario.
Esta representación viene a demostrar que cuando el trabajo se hace bien y a conciencia, no importa el siglo en el que se escribió el texto ni si quiera el autor, solo importa lo que te transmite el espectáculo que estás viendo. Sales del teatro más que satisfecho y gritas, con ganas, ¡Bravo, bravo y bravo! 

LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena se rinde al objetivo de la interpretación, porque es ella la única protagonista. Están los atrezos imprescindibles, ni uno más ni uno menos, elementos que visten a la escena de forma sencilla. 
Las actrices y los actores se trasforman en el escenario para dar vida a las diferentes partes que conforman los entremeses, como si fuera lo más normal del mundo.
Los efectos de sonido, en su mayoría, proceden de las manos del músico Eduardo Aguirre que utiliza toda clase de elementos para meternos de lleno la historia que estamos viendo.

LOS ACTORES

El elenco de actores y actrices estuvieron a una gran altura, todos brillaron con luz propia, interpretando sus papeles a la perfección, poniendo sobre el escenario su trabajo que es digno de admiración.

LA DIRECCIÓN

José Luis Gómez sabía lo que tenía entre manos y cuando uno tiene una idea clara en la cabeza, la lleva a escena y saca del elenco de actores todas y cada una de sus cualidades, mostrando un producto perfecto y sin fisuras. 

LOS TEXTOS

Los tres textos, La cueva de Salamanca, El viejo celoso y El retablo de las maravillas son textos escritos por Cervantes para entretener y el director ha respetado ese objetivo y es de agradecer porque haber hecho otra cosa, quizás no se hubiera comprendido. 
En ocasiones se intenta modernizar a los clásicos para acercarlos al público, sin embargo, muchas veces, esa modernización es un absoluto desastre.


SINOPSIS


En La cueva de Salamanca, Cervantes nos presenta al esposo cornudo y contento, a cuyo engaño asiste regocijado el espectador, liberado por un momento del código moral. Pancracio, el marido, es un personaje caracterizado por la credulidad extrema y recuerda a la figura del bobo presente en el teatro de Lope de Rueda. Su mujer, Leonarda, y el estudiante son los principales creadores del engaño al que se le somete. Esto es posible en parte gracias a la desmedida afición de Pancracio por las artes ocultas y por su falta de juicio. Por esto, en la obra se advierte que él es también culpable de los engaños de su esposa. En este entremés Cervantes, a través de la comicidad, critica la superstición y la falta de confianza en la razón.

En El viejo celoso, dramatiza la trama de la “novela ejemplar” El celoso extremeño. Cañizares, viejo desposado con una mujer joven, está dominado por la pasión de los celos, monstruosamente sentida. Su esposa, que vive encerrada bajo siete llaves, maldiciendo a su marido y al momento en que se dejó casar, le engañará en la primera ocasión que se le presente. La escena del engaño de este célebre entremés es una de las más irónicas del teatro de la España del siglo XVII y sucede ante el esposo cornudo.

El retablo de las maravillas, cuya trama guarda cierta similitud con el cuento del nuevo traje del emperador y otras tradiciones populares, es protagonizado por dos pícaros que presentan ante las “fuerzas vivas” de una aldea un retablo muy especial: sus imágenes solo pueden ser vistas por personas de “sangre pura”, no por hijos bastardos o descendentes de moros o judíos. Así, Cervantes se burla de los estatutos de limpieza de sangre de la época.





FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA



La cueva de Salamanca

Barbero: Julio Cortázar
Estudiante: Miguel Cubero  
Cristina: (criada de Leonarda) Palmira Ferrer
Reponce. (sacristán) Javier Lara  
Leoniso: (compadre de Pancracio) Luis Moreno  
Leonarda: Inma Nieto
Pancracio: (marido de Leonarda) José Luis Torrijo  

El viejo celoso

Compadre de Cañizares: Julio Cortázar  
Alguacil: Miguel Cubero  
Sra. Ortigosa: (vecina de Lorenza) Palmira Ferrer  
Doña Lorenza: Elisabet Gelabert  
Galán y bailarín: Javier Lara
Cañizares: (marido de Ortigosa) Luis Moreno  
Cristina: (criada de Lorenza) Inma Nieto  

El retablo de las maravillas

Furrier Eduardo: Aguirre de Cárcer
Juana Castrada: (labradora) Diana Bernedo
Gobernador: Julio Cortázar  
Chanfalla: Miguel Cubero  
Teresa Repolla: (labradora) Palmira Ferrer  
Chirinos:Elisabet Gelabert
Juan Castrado: (regidor) Javier Lara
Pedro Capacho: (escribano) Luis Moreno  
Rabelín: Inma Nieto  
Benito Repollo: (alcalde) José Luis Torrijo  

Texto: Miguel de Cervantes
Dirección: José Luis Gómez
Música: Luis Delgado
Escenografía: A partir del diseño original de José Hernández
Vestuario: María Luisa Engel
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Ayudante de dirección: Carlota Ferrer
Arreglos de coplas y refranes Jesús Domínguez
Realización de vestuario: Sastrería Cornejo
Realización de escenografía: Utilería-Atrezzo SL y equipo de La Abadía
Agradecimientos a Agustín García Calvo, Vicente Fuentes, María del Mar Navarro y Rosario Ruiz Rodgers por su influencia en nuestro trabajo.