Entre otros, ando buceando en el blanco del papel o en el blanco simulado de la pantalla, que cada día se me presenta cautivadora y que me reta a teñirla de negro. Luego, me sumerjo buscando las semillas de la inspiración que vuelan por las calles, por los bares, por las miradas perdidas, por los amores rotos, por los amores encontrados, por los pasos cansados, por los caminos recorridos, por los caminos frustrados, por las playas, por las palabras dichas, por las palabras calladas...
Entre otros, ando queriendo contar las historias que nunca conté, las historias que imaginé, las historias que viví, las historias que soñé, las historias que recordé, las historias que robé, las historias que copié, las historias que me contaron...
Entre otros, ando inventando personajes, que cobran vida propia, que salen corriendo a proclamar su derecho a ser como son, a hablar como ellos quieren, a vivir su propia vida, se escapan y se pasean por mis calles, por mis barrios, por mis recuerdos y por mis pensamientos.
Entre otros, me pierdo entre tanta multitud, escribiendo en los muros del desierto del desánimo, intentando arroparme con las lecturas de los seres anónimos y pensando que todo, al final, ha valido la pena.
