Orbitas

Siempre la vio como un planeta; lejano, hermoso e inalcanzable. Quería aterrizar en ella para respirar su aire, pisar su tierra, beber su agua y comer sus frutos. Él orbitaba a su alrededor, como un satélite solitario, perdido e indiferente. Buscaba un gesto, una sonrisa, una mirada o que un cataclismo cósmico lo acercara, sin remedio, hacia ella. Pero las leyes de la astrofísica son caprichosas; una mañana dejó de verla, había desaparecido de su sistema cósmico. Con el paso del tiempo, supo de ella, estaba en otra galaxia, jugando con otros planetas.

También en:
https://steemit.com/spanish/@moises-moran/las-orbitas-del-amor

La perseguida

La perseguía, siempre la perseguía, siguiendo el perfume que dejaba en las esquinas y casi nunca lograba atraparla. Y cuando lo hacía, se zafaba con la dulzura de las ninfas nocturnas y todo volvía a empezar; la perseguía, siempre la perseguía...

¿Qué he leído? Todo va a cambiar de Enrique Dans

Este libro me ha encantado, una visión de internet totalmente actualizada, de como es este mundo de la Red y hacia donde va. No dejen de leerlo.

Por fin llego el Carnaval

Se miró al espejo. Había hecho un buen trabajo. El rimel negrísimo en las pestañas, el colorete adecuado en las mejillas, el carmín rojo intenso en los labios, las lentillas azul marino, el traje azabache entallado, las medias negras, los ligueros rojos, la ropa interior a juego y los zapatos de aguja de ocho centímetros de tacón. Por unos días dejaba atrás a esa persona que nunca quiso ser y que guardaba en el armario, para sacar a la mujer que llevaba dentro. Por fin había llegado el carnaval.

A cuenta del Día de las Letras Canarias y los "despitados" regionales.

Está del todo claro que los diputados del parlamento canario andan muy perdidos, tanto, que han llegado al punto de proponer a un eminente científico canario, Blas Cabrera y Felipe, para celebrar el Día de las Letras Canarias. En fin, es lo que tenemos pero no lo merecemos.

La Opinión de Tenerife. 14/02/2011

Egoyo

Yo quería ser yo; yo, solo yo, sin nadie más que yo, hasta que me miré en el espejo y no me vi, entonces descubrí que ya no era yo, que solo era mi fantasma.

Introspección

Me relajé, medité y recorrí todos los recovecos de mi ser. Bajé a mis infiernos y me quemé; subí a mis cielos y disfruté. Ahora me toca salir, el problema es que no sé por dónde, ¿por mi infierno o por mi cielo?