31 mayo 2017
30 mayo 2017
¿Qué he leído? Quién pierde paga de Stephen King
OPINIÓN
Ayer terminé de leer Quién pierde paga de Stephen King que forma parte de la trilogía Bill Hodges y es una novela interesante, aunque, por momentos, me pareció un poco lenta, pero en su conjunto me gustó.
FICHA TÉCNICA
Formato: EPUB
Páginas: 448 págs.
Editorial: PLAZA & JANES EDITORES
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788401018039
SINOPSIS
Protagonizada por el mismo trío dispar de héroes que Stephen King nos presentó en Mr. Mercedes (Edgar Award 2015 a la Mejor Novela) llega ahora la continuación: Quien pierde paga, una obra maestra de la intriga sobre un lector cuya obsesión por un escritor va demasiado lejos.
Unos leer para aprender, otros para olvidar.
Y devoran el libro o el libro los devora a ellos.
He aquí el plan de un lector maníaco.
«Despierta, genio».
Así comienza la fascinante nueva novela de Stephen King sobre un lector fanático. El genio es John Rothstein, un autor de culto, creador del personaje de Jimmy Gold. Morris Bellamy está fuera de sí, no solo porque Rothstein haya dejado de escribir, sino también porque considera que el inconformista Jimmy Gold se ha vendido para dedicarse a la publicidad. Morris decide matar a Rothstein y vacía su caja fuerte para llevarse no solo todo el dinero sino además el verdadero tesoro: los cuadernos de notas de otra novela protagonizada por Jimmy Gold.
Morris lo esconde todo y al día siguiente acaba en la cárcel por otro crimen terrorífico. Décadas más tarde un chico llamado Pete Saubers encuentra el tesoro y ahora son él y su familia a quienes han de salvar Bill Hodges, Holly Gibney y Jerome Robinson del vengativo y trastornado Morris cuando salga de la cárcel tras treinta y cinco años encerrado.
Desde Misery Stephen King no había vuelto a retratar a un lector cuya obsesión por un escritor irá demasiado lejos. Quien pierde paga es un thriller absorbente, de ritmo vertiginoso, pero también es un libro sobre cómo la literatura puede moldear una vida para bien, para mal, para siempre.
27 mayo 2017
Partidos políticos
Llevamos unos días, Don Benito, enfrascados en guerra interna del PSOE, sí, ese mismo partido que usted vio nacer y que se tildaba de obrero y de socialista, pero estos tiempos modernos lo cambian todo e, incluso, se venden, al mejor postor, el ideario socialista.
Lo cierto es que el PSOE lleva más de siete meses en un debate interno en el que se quiere definir qué tipo de partido se quiere para el futuro, a saber, un partido controlado por una superestructura o por las bases.
Parece que las bases han hablado y se quiere un partido construido de abajo-arriba, más inclinado a la izquierda, más alejado de las élites y más cercano al pueblo llano.
Sin embargo, Don Benito, usted sabe cómo funcionan los partidos, que son organizaciones endogámicas y muy bien organizadas, tanto, que son capaces de autodestruirse que plantear un futuro en común.
26 mayo 2017
Como hace más de 100 años
Ya sé, Don Benito, que es su tiempo los políticos eran como los de ahora, que solo se preocupaban por medrar con el objetivo final de enriquecerse lo antes posible.
Sí, poco a cambiado la situación de entonces si la comparamos con la de ahora, han pasado más de 100 años y seguimos con tataranietos de aquellos chorizos.
España sigue siendo un sociedad zafia, en la que los méritos personales se prostituyen por los deméritos de los incompetentes y seguimos sin mirar al futuro, más preocupados por los beneficios presentes que por invertir en el futuro, fortaleciendo la educación, la investigación y la cultura de nuestro pueblo.
Sin embargo, como usted, yo también tengo esperanza, esperanza en que, por una vez por todas, dejemos de ser un pueblo de analfabetos funcionales y que nuestros políticos se centren la prioridades de las personas que los han votado y no en seguir «pastando en los presupuestos».
24 mayo 2017
23 mayo 2017
Donald Trump se llama, Don Benito
Sí, lo sé, hay gobernantes que no saben dónde tienen la mano derecha y los pueblos, muchos veces, son convencidos por una horda incontrolable de seguidores, que hacen que vayan a las urnas como muertos vivientes a los que se les ha comido el cerebro.
Porque no hay otra manera de entender la elección, Don Benito, del nuevo presidente de los EEUU, el empresario Donald Trump que, en sus primeros 100 días de mandato, las sombras están por encima de la luces. En cierta forma, esto era de esperar porque el personaje no da más de sí, Don Benito, es como una tuerca mellada que ya no vale para nada, sino para ser fundida y reutilizada.
Están orgullos los estadounidenses de que en su país cualquiera pueda ser presidente, sin embargo, Donald Trump, más bien parece un esperpento nacido de la ignorancia del pueblo norteamericano que, espero, pueda rectificar y enviarlo hasta el lugar que se merece y del que nunca debió salir.
Sí, Don Benito, ya sé que en España no estamos mejor, gobernados por corruptos y maleantes llevados, en volandas, por un pueblo también tan ignorante o más que el pueblo norteamericano.
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