28 junio 2014

Carvernícolas



Salieron de las cavernas y nos mataron los sueños. Al amanecer descubrimos que eran nuestros hijos.


También en:

https://steemit.com/spanish/@moises-moran/carvernicolas

25 junio 2014

Presentación de Conexión Jinámar 25/6/2014

Hoy tendrá lugar la presentación de mi nueva novela Conexión Jinámar, están todos invitados.



23 junio 2014

Yo también salté al estadio de Gran Canaria

Sí, yo también salté al estadio de Gran Canaria, porque yo también soy Kevin de Jesús, Adonay, Tayri, Pedro, Aday, Aarón, Airam, Jesús, Nauzet, Daniel, Ancor, Iriome, Diego, Abián, Alexis, Acoidán, Agoney… Todos los que asaltaron el césped del Gran Canaria forman parte de nuestra sociedad, han estado ahí desde siempre entre nosotros porque forman parte de nosotros y ahora no podemos mirar para otro lado; nosotros los hemos parido. Son nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros primos, nuestros tíos, nuestros amigos y nuestros vecinos.
Ellos son los desheredados, los que no han tenido la oportunidad de coger otro camino porque simplemente no había otro, y si lo había, nunca lo vieron. 
Expresan su rabia y frustración en los grandes acontecimientos, con violencia, porque esta sociedad les ha dado en toda la boca desde que nacieron, una patada en los riñones en la escuela y un cabezazo en el tabique de la nariz en la esquina del barrio. No, ellos no recibieron la mano amiga que tú recibiste, no, ellos no.
No me vale que hoy los crucifiquemos en la plaza pública, que los persigamos como a delincuentes en las redes sociales, a ellos no; ellos no tienen la culpa de ser como son. Somos nosotros los que hemos mirado para otro lado diciendo: no me importa.
Ayer, también les llamé cabrones, energúmenos y no sé qué más, pero hoy pienso que ellos no son los cabrones, los cabrones son los que han permitido que nuestros jóvenes se conviertan en lo que vimos en el Estadio de Gran Canaria. Ellos son los «cabrones» y los »hijos de la gran puta». Los que, con sus decisiones políticas, han decidido dejar de invertir en educación y en cultura y han invertido en grandes y fastuosas instalaciones deportivas que son el pan de los putos corruptos. 
Estoy convencido de que si hace algunos años, pongamos treinta, se hubiese invertido más dinero en educación, en darles más recursos a los maestros y profesores, en tener unas aulas dignas, lo que pasó ayer jamás hubiera pasado, pero nuestros políticos solo piensan en sus cuatro putos años y el resto les da igual. Han mirado para otro lado, mientras muchos barrios de Las Palmas de Gran Canaria se han convertido en verdaderos guetos que nadie quiere transformar, solo piensan en reprimir con porra y no en reeducar.
Seguimos en segunda en fútbol, pero seguiremos en tercera división en educación y cultura por mucho tiempo, hasta que se cambie la forma de concebir este mundo que nos ha tocado vivir.
Mientras sigamos pensando que construir un Gran Canaria Arena (67 millones de pavos) es más importante que crear treinta escuelas y que es más importante gastarnos 4 millones en quitar las pistas del Estadio de Gran Canaria, que contratar a más maestros y más profesores para nuestras escuelas e institutos, mientras esa sea nuestra prioridad, esto no va a cambiar, seguiremos saltando al césped del Estadio de Gran Canaria.

08 junio 2014

La autoedición y crowdfunding

En estos últimos tiempos, tiempos de crisis, hemos asistido a casi todo en el mundo editorial y las editoriales han tenido que reinventarse para seguir adelante con sus empresas.

Para seguir con la cabeza a flote, algunas editoriales han utilizado la coedición como último recurso y buscan escritores incautos y desesperados para sacarles algunos miles de pavos para que vean sus libros en papel y en alguna librería. Detesto esta práctica, quizás es lícita, pero me no parece correcta porque se aprovechan de la ignorancia de algunos escritores para hacer negocio. Un gran negocio.

Ahora he visto que algunas editoriales se apuntan al crowdfunding (micromecenzago) para sacar los proyectos literarios de los escritores. 
El crowdfunding me parece una herramienta muy interesante y me parece loable que un escritor se arriesgue a vender su proyecto a través de una campaña de micromecenazgo porque le da valor y defiende, públicamente, lo que ha escrito. En definitiva es él quien está detrás de ese proyecto y es él quien asume los riesgos y recoge los beneficios, si lo hubiera.
Sin embargo, otra cosa muy distinta es cuando quien está detrás de esa campaña de crowdfunding es una editorial, que no arriesga nada en absoluto y que solo se moviliza para poner la mano y llevarse el dinero.
Una editorial es una empresa y, como tal, tiene que asumir riesgos. Si apuesta por un escritor, tiene que asumirlos y esos riesgos que se traducen en euros. Después el editor tiene que movilizarse para recuperar la inversión realizada al poner una obra literaria en el mercado. Si no es de esta manera, el sistema se está pervirtiendo.
El crowdfunding editorial es jugar a caballo ganador. Si con la campaña de micromecenzago se consigue captar los suficientes mecenas, publico la obra, si no, dudo mucho que esa obra vea la luz algún día. El escritor que se embarca en esta campaña tiene que movilizar a todos sus amigos y conocidos para que se logre el total del importe estipulado en la campaña, porque sabe que, de otra manera, su libro no será publicado.
Ahí está el quid de la cuestión. La pregunta que me hago es que si esa editorial publicaría la obra del escritor si no hubiera euros contantes y sonantes antes de poner en marcha la maquinaria. Yo sé la respuesta y ¿ustedes? Supongo que también.
Lo triste es que, a esta altura de la película, haya escritores que se presten a este juego, habiendo fórmulas y herramientas para autopublicarse con un mínimo seriedad, sin tener por medio a ninguna editorial de este tipo, que solo buscan el beneficio seguro sin arriesgar ni un solo euro.
Escritor, si una editorial no quiere asumir el riesgo de publicar tu obra sin que haya un prepago, es que no confía ni en ti ni en obra. Entonces, ¿por qué vas a poner en sus manos tu dinero para que te publiqué? La confianza siempre tiene que ser recíproca.
En el mundo editorial no vale todo, porque por muy bien que lo pinten, este tipo de campañas no buscan apoyar al escritor, solo buscan el negocio seguro y eso, amigos, no es jugar limpio, es romper la reglas del juego y a mí me gusta saber a qué estoy jugando y con quién.

También en:
https://steemit.com/spanish/@moises-moran/la-autoedicion-crowdfunding-y-las-editoriales