16 mayo 2013

Eso de contar historias


En una entrada pasada de mi blog dije que mi compromiso como escritor era contar historias y que ese debe ser el único faro que me debe guiar. Porque la historia es la columna vertebral de cualquier narración que queramos crear, sin historia no hay cuento, no hay relato, no hay novela; no hay nada.

En muchas ocasiones, después de haber escrito un relato o una de mis novelas, los que se la han leído me han hecho comentarios sobre aspectos gramaticales, ortográficos, de estilo e incluso de maquetación y yo siempre les pregunto: «¿Pero te ha gustado?» En la mayoría de las ocasiones la respuesta es sí. 

Pregunto eso porque es lo que realmente me interesa; que el lector disfrute con la lectura de lo que he escrito. Me quedo con eso, con el sí, porque los aspectos formales siempre se pueden corregir. Si un lector te dice que la historia no le gustó, que se aburrió o que tu historia no hay por dónde cogerla, eso no tiene arreglo y tienes un problema muy serio.

El escritor lo primero que tiene que hacer es asegurarse de tener una buena historia y, por supuesto, saber contarla, porque de nada vale tener una historia y si eres incapaz de ponerla negro sobre blanco. Una historia para ser bien contada tiene que ser verosímil, bien argumentada, con personajes creíbles, con transiciones argumentales claras y lógicas y escrita con un lenguaje sencillo que llegue al lector.

Si cuando escribo me preocupara de lo colateral, me metería en un lodazal del que me sería muy complicado salir. Muchas veces lo he dicho, cuando me pongo a escribir entro en una especie de trance en el que la historia es la que toma el mando y simplemente me dejo llevar por esa magia de la creación. 

La creación literaria tiene su tiempo y para mí es el más importante porque sin ella, no habría tiempo de ni tijeras y ni de pulidoras.



01 mayo 2013

El recuerdo de tu huellas

Guardaba aquel vaso lleno de sus huellas porque era lo único tangible que le quedaba de ella. Todo lo demás eran recuerdos que eran borrados, día a día, con el cincel inexorable del tiempo.



29 abril 2013

¿Que he leído? El manantial -primer tomo- de Ayn Rand

Antes de ayer terminé el primer tomo el de Ayn Rand y tengo que decir que es una novela que me gustó mucho, a pesar de ser un tema tan árido para mí como la arquitectura. Es una novela que te atrapa desde el principio, con unos personas perfectamente definidos y fuertes. La recomiendo.
Ya comencé el segundo tomo y sigue igual de interesante. 
Anotaré a esta autora.


23 abril 2013

El libro y la era digital



El libro nos ha cambiando la forma de ver el mundo y de comprenderlo. Sin el libro, el mundo que conocemos sería otro muy distinto, más oscuro, más triste y más siniestro. 
A pesar de que muchos piensan que son malos tiempos para el libro y por ende, para la lectura, pienso que, hoy por hoy, es cuando más se lee. Tenemos miles de soportes para hacerlo y lo estamos haciendo. Solo tienes que mirar a tu alrededor para comprobarlo. 
Yo soy de los que piensa que la incursión de lo digital en el mundo del libro es una revolución comparada con la invención de la imprenta, por la sencilla razón de que el libro, por primera vez en la historia, se ha universalizado; puede llegar y está llegando a todos los rincones del mundo. 
Un libro que se escribe en un pueblo perdido puede llegar a cualquier parte del mundo con un solo clic. Sí, con un solo clic y permanecer en el colectivo digital para toda la eternidad. Lo digital se trata, se transmite, se archiva y se conserva mejor que el papel. Eso no admite ninguna discusión. 
Que un lector que está a diez mil kilómetros pueda tener tu novela con un solo clic, no es magia, es una realidad y que además pueda interactuar contigo, es simplemente maravilloso. 
Que un lector pueda subrayar un libro, hacer un comentario sobre una novela o una crítica y que pueda compartirlo con miles de personas, eso, amigos, no tiene precio. 
¿Se imaginan cómo hubiera sido el mundo si esta nueva revolución del conocimiento hubiera sido hace tres siglos? No conoceríamos el mundo en el que vivimos. 
Tenemos que aprovechar la oportunidad que nos está dando todo el entramado digital para fortalecer la cultura del libro en todos los sentidos y no quedarnos estancados en la era de los dinosaurios, porque ellos también se extinguieron. 
Todos aquellos que se aferran al libro de papel, que se agarran a él como un naufrago a un tronco a la deriva en un mar que desconoce, les digo que se suelten y que se sumerjan en las claras aguas del mundo digital, porque ahí no hay abismos. Los abismos están en la negación y la resistencia al cambio. 
Las sinergias y posibilidades que nos brinda el mundo digital son infinitas. Tenemos que aprovecharlas al máximo y difundir el conocimiento porque tenemos todas las herramientas para hacerlo. No hacerlo sería imperdonable. 



¡Feliz día del Libro!



22 abril 2013

Mi compromiso como escritor

Mi compromiso como escritor es contar historias. Ese es el único faro que me guía, porque los escritores somos eso, contadores de historias. Lo otro, las comas, los puntos y comas, la erratas, la maquetación, la presentación... son cosas colaterales. Si no tienes una historia, no tienes nada, por muy perfecta que esté escrita.