25 julio 2011

¿Qué he leído? Yendo y viniendo de Conchi Hernández Romero

Mientras me leo una novela, suelo leer algún libro de relatos. En el caso que nos ocupa, me he leído Yendo y viniendo de Conchi Hernández Romero, un libro muy entretenido en el que la autora, compañera y amiga, desgrana una serie de relatos basados en sus vivencias personales y en su extraordinaria imaginación. No pueden dejar de leerlo.

YENDO Y VINIENDO. RELATOS

23 julio 2011

Yo te maté.

Sí, me acuerdo de ti, de cuando jugábamos en las calles corriendo detrás de tus fantasías que te explotaban como las flores en primavera, de cuando echábamos las cometas, aquellas con el alma de caña, que vestíamos con papeles multicolores y que pegábamos con papita asada, en un cacharro viejo con agua de alguna acequia cercana o cuando jugábamos en nuestro árbol blanco, pintando en la empedrada carretera, que le luego descubrí que era nuestra versión particular del béisbol.

Sí, me acuerdo de ti, de cuando construimos una gran tirolina, con un raído cable de acero que encontramos en uno de nuestros barrancos y nos tiramos con un viejo manillar de bicicleta, escupiéndole a la cara al peligro, o de cuando, con aquel apestoso colchón, nos tiramos por las laderas del Barranco de La Ballena en busca de la velocidad y la adrenalina nos salía por los poros.

¿Te maté o te fuiste muriendo poco a poco de aburrimiento? Porque, poco a poco, como carroñeras sin piedad, llegaron las responsabilidades, los horarios, las puntualidades, los salarios, los consumos, los que dirán, los que serás el día de mañana, los problemas por todo y por nada, las envidias, las venganzas...

Sí, lo sé, yo te mate.

Ahora te busco en los recuerdos, que es lo único que me queda, sumergirme en las profundidades, darte la mano y volver a ser el niño que fui, ese que de vez en cuando me toca a la puerta y me pregunta ¿jugamos?

También en:

https://steemit.com/spanish/@moises-moran/yo-te-mate

21 julio 2011

¿Qué estoy leyendo? 1Q84 de Haruki Murakami

Ahora me toca libro que es muy extenso, pero me interesa porque nunca he leído nada de autores japoneses y además tiene muy buen crítica. Espero divertirme.


FICHA TÉCNICA:
Número de páginas: 744
Género: Narrativa

Mi bonsay, una mimosa de la familia de las acacias.


¿Qué he leído? Pedro Páramo de Juan Rulfo

Por fin terminé de leerme Pedro Páramo de Juan Rulfo y como antaño, me pareció una novela bastante complicada de leer. Me gustan las novelas que tienen un hilo argumental claro y definido. Había momentos en que tenía que hacer esfuerzos para no perderme... En fin, no me la volveré a leer y les dicen que se la lean pues, ustedes mismos, paciencia.

15 julio 2011

Porque te quise tanto

Sabes que te quise tanto, que me quedé sin sangre en las venas por saborear tus besos, por sentir tu sublime cuerpo entre mis manos, que te entregué mi corazón en rodajas y te lo comiste como una hiena hambrienta, dejándolo destrozado en el desierto. Luego te fuiste, sin decir nada, relamiéndote la sangre de la comisura de tus pérfidos labios.
Sí, lloré tu partida en las escaleras de la soledad, comiéndome el rencor que me arrancaba de mi alma, enterrando la tristeza que me sangraba por los poros y huyendo de la desesperación porque quería destrozarme la cordura.
Te seguí de rodillas, en mis sueños, en mis delirios, recogiendo tus mentiras por las cloacas, tus sonrisas inventadas en las noches de tu ausencia, hasta que los gusanos del olvido acabaron comiéndose mis ojos secos de lágrimas. 
Ahora ruedo como una aulaga solitaria, dejándome llevar por el viento, durmiendo en los rincones oscuros de los pueblos muertos, esperando encontrar, de nuevo, un camino que seguir, un alma hermana a la que volver a amar.

También en:
https://steemit.com/spanish/@moises-moran/porque-te-quise-tanto

12 julio 2011

Fusilamiento

Tú eres la muerte, esa que se ríe, oculta tras los oscuros cañones de los rifles de la intolerancia. Tú, que te pavoneas, como una meretriz, en la corte de los cobardes. A ti, ahora, cuando el filo frío del cuchillo me presiona la garganta y las balas del odio me amenazan con derramar mis sesos en el barro, te digo que no te tengo miedo ni a tus garras ni a tus dentelladas.

¡Acaba conmigo! Moriré de pie, mirándote a los ojos, sin derramar una lágrima de desesperación, esperándote porque nunca los tuyos lograron ponerme de rodillas.