Todos los caminos que recorres, son tus caminos, unos los volverías a recorrer sin pensarlo y otros te quedarías en un banco a pensártelo, pero siguen siendo tus caminos.
18 marzo 2011
17 marzo 2011
La vida puede ser maravillosa
El Monaguillo estaba preparado para comenzar el interrogatorio, no había cambiado mucho desde que lo vi en el tribunal. Un olor a sardina podrida lo impregnaba todo. Lo miré a los ojos, sabía que tarde o temprano comenzaría la fiesta y la fiesta empezó pronto. Sentí el acero del puño americano, con el primer directo a la mandíbula, el segundo, al estómago, el tercero, a la cien derecha, el cuarto...
Me despertó el agua helada y ahí seguía el Monaguillo, con su traje blanco moteado con ribetes rojos de mi sangre. Con voz pausada me preguntó que dónde estaba el cargamento de paraguas, con mil kilos de coca pura en sus mangos. Yo lo sabía, le dije que fifty-fifty, lo suficiente para retirarme. Él se giró y se perdió en la oscuridad. Volvió inmaculado, con media sonrisa en los labios, sabía que la cosa había salido bien. La vida, a veces, es maravillosa.
14 marzo 2011
¿Qué estoy leyendo? El Perseguidor de Cortázar.
Siguiendo las indicaciones de un amigo, me hice con este libro para volver a disfrutar de la lectura con Cortázar.
¿Qué he leído? Bestiario de Julio Cortázar
Realmente tendría que decir ¿Qué he releído?, porque hace muchos años que me había perdido entre sus páginas, aunque no lo recordaba. Y como entonces disfruté con este libro, con algunos cuentos más que otros, con esa manera tan especial y diferente que tiene Cortázar de contar las cosas.
09 marzo 2011
¿Qué he leído? El cementerio de Praga
Un libro bastante extraño, en el que perdí la línea argumental en multitud de ocasiones. El autor dice que hay un explicación; sinceramente yo no se la encontré. En definitiva, un libro que no me gustó, me costó terminarlo y no podría recomendarlo.
05 marzo 2011
Orbitas
Siempre la vio como un planeta; lejano, hermoso e inalcanzable. Quería aterrizar en ella para respirar su aire, pisar su tierra, beber su agua y comer sus frutos. Él orbitaba a su alrededor, como un satélite solitario, perdido e indiferente. Buscaba un gesto, una sonrisa, una mirada o que un cataclismo cósmico lo acercara, sin remedio, hacia ella. Pero las leyes de la astrofísica son caprichosas; una mañana dejó de verla, había desaparecido de su sistema cósmico. Con el paso del tiempo, supo de ella, estaba en otra galaxia, jugando con otros planetas.
También en:
https://steemit.com/spanish/@moises-moran/las-orbitas-del-amor
También en:
https://steemit.com/spanish/@moises-moran/las-orbitas-del-amor
Suscribirse a:
Entradas (Atom)